A partir del 15 de octubre entrará en vigor la obligatoriedad del Documento de Acompañamiento al Transporte (DAT), que deberán llevar los vehículos que trasladen productos agrícolas sin transformar desde la explotaciones de origen hasta el lugar de almacenamiento o su primer destino de comercialización, cooperativas, alhóndigas, compradores, etc. También será necesario para las operaciones de transporte de productos entre unidades de producción de la misma explotación que no guarden continuidad geográfica.
Uno de los objetivos que persigue esta medida es garantizar en todo momento la trazabilidad de los productos. “Es una carga burocrática más para los agricultores, pero debemos recibirla con optimismo y no asustarnos”, señaló ayer a los medios de comunicación Carlos Carreira, técnico de Asaja Málaga, poco antes de la jornada técnica sobre el olivar que celebró esta organización en el Hotel Finca Eslava de Antequera, en la que, entre otros asuntos, se abordó este tema.
Como recordó esta medida es importante de cara a crisis alimentarias como las que se han vivido recientemente, o como la “crisis de los pepinos” de 2011, en la autoridades sanitarias de la ciudad-estado de Hamburgo acusaba a dos empresas andaluzas de provocar medio centenar de muertes y más de 4.000 casos de contagio en Alemania, por un brote de la bacteria Escherichia coli.
Con este documento, no sólo se va a conocer el origen y destino de los alimentos, ya que tienen que aparecer el productor, el transportista y la compañía que los va a recepcionar, sino que también va a favorecer la labor que hace la Policía Nacional y la Guardia Civil para evitar los robos en el campo. De hecho, si no se presenta el DAT a los agentes de los cuerpos y seguridad del Estado cuando lo requieran la carga se quedarán inmovilizada hasta aclarar su procedencia.
La implantación del DAT es omplementaria al Registro de Explotaciones Agrarias y Forestales de Andalucía (REAFA), que comenzará a funcionar desde el 1 de octubre, en el que se tendrán que inscribir todo aquel que produzca alimentos. Como señaló Carreira hay que diferenciar entre productores y explotaciones, ya que en una misma finca pueda haber varias cosechas realizadas por varias productores. Y a partir de los datos del REAFA se elaborará la guía de los documentos de acompañamiento. “Todo tipo de producción que pueda entrar en la cadena alimentaria tendrán que ser portador del DAT”, subrayó.
