“Mira, mira”, es el lema de la campaña que el Ayuntamiento de Cuevas Bajas ha puesto en marcha y que ha presentado en esta nueva edición dd FITUR. Una invitación a “mirar y descubrir los mil encantos” de este municipio del territorio Nororiental de Málaga como su gastronomía, sus paisajes o el deporte de aventura, mediante códigos QR que acceden a la web www.cuevasbajasaturitmo.com, en la que el visitante encuentra información detallada de la oferta, con audios, fotografías y textos.
Desde su zanohoria morá, que es ureferente “de la autenticidad de su huerta, que impulsa una gastronomía tradicional, que hará el deleite de los paladares más exigentes”, hasta su entorno natural, que se puede disfrutar a pie, en bicicleta o en el río Genil. Ya sea en las etapas de la Gran Senda de Málaga o el Camino Mozárabe de Santiago, en las rutas del proyecto Bike Territory Sierra Norte de Málaga, o practicando rafting.
“Esta es una oportunidad para seguir trabajando en la promoción y desarrollo de nuestra oferta al turismo en un marco como FITUR, el cual, da el pistoletazo de salida a todo un año de promoción para fomentar el paso de turistas y visitantes a nuestra localidad”, como apunta el alcalde de Cuevas Bajas, Manuel Lara, de la promoción propia presentada en el estand de Turismo y Planificación Costa del Sol, que se ha sumado a la realizada de forma conjunta de la mano del grupo de desarrollo del que forma parte: la ADR Nororma.
Tierra de bandoleros
Asimismo, este municipio de la comarca de Antequera también esta presente en esta nueva edición de FITUR como integrante de la fundación Tierras de José María ‘El Tempranillo’. “Este año no podíamos dejar de pasar esta oportunidad y reconocimiento en su 25 aniversario y poner de relieve nuestro lado más brigante o forajido”, apuntó Lara durante la presentación de las bodas de plata de la entidad.
Este cáracter bandolero de la localidad queda presente por lugares como la antigua venta de Juan González, ubicada en un cruce de caminos hacia Benamejí, Encinas Reales y la campiña cordobesa, en la margen norte del Genil, que el punto de encuentro de tratantes, arrieros, contrabandistas, viajeros y también bandoleros. De hecho, la tradición oral apunta que Cuevas Bajas era conocido popularmente como “Cuevas de los Ladrones”, ya que en tierras llegaron a vivir bandoleros locales como Luis Artacho -que llegó a formar parte de de “Los secuestradores de Andalucía”-, Salvador González y los Caldera de Cuevas Bajas; además de pasar bandoleros como El Chato de Benamejí, Antonio Vargas Heredia.
