Promocionar la Semana Santa de Sierra de Yeguas, mostrando particularidades y llamando así la atención para que turistas y demás visitantes decidan conocerla de primera mano. Este es uno de los objetivos marcados por el Ayuntamiento de la localidad, donde se quiere apostar por esta tradición no como elemento cultural y de la idiosincrasia serrana, sino también se convierta en otro referente que ayude a impulsar la economía local.
Y para ello se ha publicado el primer volumen de ‘Historia de las Hermandades de la Semana Santa de Sierra de Yeguas’, una obra que se presentó ayer y que ha sido elaborada por Antonio Solís, vecino de la localidad. Durante las últimas tres décadas ha estado recopilando datos y pasajes de las diferentes cofradías del municipio. Lo ha hecho tanto a través de vecinos y de las propias hermandades, como acudiendo al Archivo Municipal de Estepa, a localidad sevillana a la que llegó a pertenecer Sierra de Yeguas durante parte de su Historia.
Vinculado desde joven a la Semana de Pasión serrana, Solís comenzó a guardar recortes de periódicos y recoger anécdotas e historias de las agrupaciones locales. El primer borrador de la obra lo inició hace unos 20 años, pero no fue hasta hace unos 7 años cuando el texto comenzó a avanzar hasta verse convertido en este primer volumen, del que se editarán Ayuntamiento ha editado 500 ejemplares de un primer tomo, que saldrán a la venta “a un módico precio”. Los ingresos permitirán financiar parte del coste de la publicación del siguiente volumen.
Según el alcalde José María González esta primera obra va a ser una muy buena oportunidad para poner en valor la Semana Santa de Sierra de Yeguas, en cuya promoción se incide con un vídeo que trata de difundir “cómo se vive y cómo se siente esta festividad religiosa”.
Además de por la calidad de su imaginería, la Semana Santa de Sierra de Yeguas también destaca por algunas particularidades, como la procesión infantil del Domingo de Pasión y el ‘Encuentro’ que celebran el Cristo del Amor y María Santísima de la Sierra; la Procesión del Silencio, que hacen mujeres del municipio el Martes Santo y hombres el Miércoles Santo, portando la Cruz de la Ambrosía, o contar con el privilegio eclesiástico de procesionar dos veces al año el Santísimo, al no haber imagen de resucitado en la localidad.
