Aprovechando la celebración del Día Mundial del Turismo, el Museo de la Ciudad de Antequera (MVCA) pone en marcha la sala que ahora dedica en exclusiva a José María Fernández. Con este cambio se busca que el visitante pueda comprender mejor el trabajo de este artista local e, incluso, “dignificar la imagen de Fernández”, para borrar del imaginario prejuicios sobre él. Para el “desencasillamiento que tenía de persona triste, de persona amargada, de estar disgustado con la vida, cuando José María no era así”, como señaló el director del MVCA, Pepe Escalante.
En la sala, el visitante puede ver parte de la obra que el artista legó a la ciudad, con nuevas obras expuestas y retratos y dibujos de sus diversas etapas, en los que se desprende como Fernández era un pintor “vivo” y su “preocupación constante” por dejar reflejado la riqueza del patrimonio artístico antequerano, y difundir, a través de las imágenes, “lo que es la Historia de la ciudad”. Y todo ello se ha recogido, junto con “peculiaridades” locales y eventos como el Carnaval o la Semana Santa, que también quedó plasmada en la obra de José María Fernández, según explicó Escalante, durante la visita en la que ha acompañado a parte del equipo de Gobierno.
Con esta renovación de parte de la primera planta, el MVCA continúa la línea expositiva también seguida con otros artistas antequeranos como el caso del pintor Cristóbal Toral, cuyas obras se encuentran en la tercera planta, o el escultor Jesús Martínez Labrador, quien desde abril también cuenta con un espacio exclusivo en este museo municipal.
En este sentido, el alcalde Manolo Barón ha subrayado el hecho de que José María Fernández tenga una sala propia “perfectamente organizada y diseñada”; mientras que la edil de Turismo, Ana Cebrián, ha recordado que era “nuestra responsabilidad” que el artista tuviera un espacio “acorde, moderno y ordenado, porque como herederos de su obra tenemos que dignificarla”. Por su parte, el concejal de Cultura, José Medina Galeote, ha destacado que el Museo de la Ciudad de Antequera tiende hacia el siglo XXI, por la disposición en las que las piezas se muestran.
