Después de dos años superando los mil millones de facturación, el volumen global de negocio de Dcoop no pudo superar esa barrera el pasado ejercicio. La cifra finalmente rozó los 967 millones de euros, cayendo más de un 10% respecto al montante sumado en 2017, según las cifras presentadas en la Asamblea General Ordinaria celebrada este jueves en el Auditorio Olea Mare, situado en la sede social del grupo en Antequera.
Durante el acto, se han aprobado unas cuentas anuales de las que aseguran están marcadas por unos mercados afectados por la situación climatológica con bajas cotizaciones. Aún así, desde la compañía están satisfechos con su capacidad para concentrar la oferta, “el liderazgo cooperativo agroalimentario en el sur de Europa y el fuerte posicionamiento en Estados Unidos a través de la filial aceitera Pompeian”.
También destacan del pasado ejercicio como fue “crucial” la entrada de la Sección de Aceituna de Mesa, en el capital social de Maçarico y Bell Cartel. El pasado año superó los 100 millones de euros de facturación.
La Sección de Aceite se acercó a los 570 millones de euros, lo que significa un crecimiento de casi el 5% respecto a 2017. Igualmente se incrementaron las ventas de cereales en común; la sección de Suministros se aupó a la segunda sección por volumen de facturación; se implementó la fusión efectiva con la Orujera Interprovincial, en Frutos Secos se ha continuado desarrollando la sección a través de la formalización de la OPFH (organización de productores de frutas y hortalizas) y se ha intensificado la implicación en la comercialización de los graneles del vino, en una campaña a la baja tras una gran vendimia.
De cara al futuro, Dcoop prevé continuar desarrollando su proyecto de envasado de aceite y vinos potenciando la comercialización en España, Estados Unidos y otros países. Además, se está llevando a cabo la ampliación de la bodega de aceite existente en Antequera y se están acometiendo nuevas inversiones en industrialización de todas las secciones que en 2018 ya se iniciaron o concluyeron como la modernización de las plantas de envasado de aceituna de mesa de Monturque (Córdoba) y Dos Hermanas (Sevilla), o la nueva fábrica láctea de Antequera y Lebrija (Sevilla) o la partidora de almendras de Villarubia (Córdoba).
