El Colegio San José de Campillos no ha podido salir del concurso de acreedores voluntario en el que entró en 2021 y está actualmente en subasta para, al menos, asegurar la continuidad del alumnado y mantener los puestos de trabajo de sus 32 empleados -incluidos docentes y resto de personal- durante el curso 2023/2024. La empresa Subastas Trademat está llevando a cabo este proceso que se encuentra abierto en su página web hasta el próximo 29 de agosto.
Este colegio, con casi siete décadas de vida, está gestionado por los propios trabajadores a través de la sociedad Colegio San José de Campillos S.A., que se encuentra en fase de liquidación. Una situación a la que se ha llegado debido a una pérdida de ingresos derivada de la pandemia de la Covid-19, ya el que confinamiento y el cierre del centro provocó que esta compañía educativa se quedara sin el principal reclamo de su oferta educativa como es la residencia.
Sin precio de salida, aunque con un precio mínimo de adjudicación de unos 1,47 millones de euros, la subasta del Colegio San José abarca la unidad educativa del centro y el conjunto de bienes y derechos integrados en la misma: inmuebles, solares, equipos informáticos, mobiliario, contratos de trabajo y el fondo de comercio. “La sociedad no cuenta con una deuda muy cuantiosa, aunque sí tuvo tensiones de tesorería que le impedían poder atender a los créditos de ayuda a los que recurrieron durante el periodo de cierre”, ha informado este lunes Subastas Trademat en un comunicado.
El pasado mes de abril, responsables municipales, junto con el administrador concursal, mantuvieron un encuentro con representantes del Gobierno de la Junta de Andalucía para abordar la situación por la que está atravesando este centro privado. Desde la Administración andaluza se ofrecieron para posibles colaboraciones, ya que entienden que este internado es “un referente del que la oferta educativa no puede prescindir”. Por su parte, desde el Consistorio campillero se apuntó que, junto a la propia actividad educativa, se podrían desarrollar otro tipo de oferta complementaria vinculada a actividades deportivas, ocio y tiempo libre, o a formación relacionada con el sector de energías renovables.
Un colegio histórico
Fue en 1952 cuando se puso en marcha el Colegio San José de Campillos por parte de los hermanos Macías García, que comenzaron a impartir educación a jóvenes de familias acomodadas en sus casas. Este proyecto fue evolucionando, dio lugar a la creación de la sociedad Promasa y a la consolidación de un centro que se convirtió en uno de los internados más importantes del país, llegando a tener inscritos más de 2.000 alumnos en un año, “gracias a su enfoque disciplinario y su énfasis en la responsabilidad”, como apuntan desde Subastadas Trademat, empresa con 15 años de experiencia en el sector.
