Para ayudar a frenar la expansión del coronavirus, el Ayuntamiento de Campillos había decidido suspender el mercadillo municipal y las licencias de las terrazas de bares y restaurantes, que iba a estar vigente hasta, al menos, mañana. Sin embargo el Gobierno local desde el pasado fin de semana optó por revocar dicha orden y ceñirse a lo dictado por la Junta de Andalucía.
“No nos dejan salir ni entrar al municipio, pero deslegitiman las medidas duras que nos invitaban a tomar. Por ello, desde este momento nos limitamos a cumplir las restricciones impuestas por la Junta de Andalucía y por las autoridades sanitarias», apunta el alcalde Francisco Guerrero, para quien las restricciones decretadas por la Junta son una “irresponsabilidad”, dado que considera que “hay demasiadas concesiones para la circulación y movilidad de las personas dentro de la localidad”.
Como ejemplo, en el Consistorio recuerdan que en la localidad ya se había limitado la ocupación de las terrazas al 75%, medida que aplican ahora en todas las localidades de Andalucía que están en el nivel 4 de alerta sanitaria por Covid-19, entre las que están Campillos y demás municipios del distrito sanitario La Vega.
Respecto al mercadillo, en esta localidad habían considerado suspenderlo para así evitar un lugar de posible exposición al coronavirus. Sin embargo, la Junta sí lo permite siempre y cuando sólo se ocupe un 50% del espacio. “Estas medidas y otras muchas que están recogidas en dicha orden dan pie a que se produzcan aglomeraciones de personas”, incide el primer edil.
En este sentido, el alcalde de Campillos no oculta sus sentimientos “de cansancio, hastío y, sobre todo, impotencia” porque lo establecido por la Administración autonómica acaban “por invalidar las duras medidas que nos reclamaban hace sólo unos días”. “Nos confinan en el municipio, pero dentro del pueblo podemos seguir haciendo prácticamente lo mismo que antes de que limitaran nuestra movilidad. Y todo ello cuando nos declaran zona de riesgo extremo. Nos resulta incomprensible”, asegura.
