En el últimos años, el denominado turismo de experiencias, especialmente en entornos naturales, venía cada vez ganando más terreno. Una tendencia que instalaciones agroganaderas estaban aprovechado para acercar visitantes a sus instalaciones, dándoles a conocer cómo se obtienen las materias primas y cómo se elaboran productos agroalimentarios autóctonos. En Aceites Tapia no se quieren quedar atrás y han decidido apostar por está fórmula, máxime cuando con la ‘nueva normalidad’ está aumentando la demanda de destinos en espacios abiertos.
El planteamiento de enfocar sus instalaciones hacia el agroturismo fue una de las propuestas que puso sobre la mesa Andrés González, actual gerente de la aceitera, con su llegada a finales de año. Y manos a la obra que se pusieron. Con la expansión de la pandemia del Covid-19 el proyecto quedó en punto muerto, pero, en cuanto se pudo, retomaron unas obras para, por un lado, por en valor su almazara en Villanueva de Tapia con la construcción de un espacio museístico, y por otro, habilitar otra zona anexa para realizar catas de sus aceites de oliva virgen extra (aove).
El objetivo de Aceites Tapia es que las nuevas instalaciones puedan estar listas para finales de septiembre o primeros de octubre, aprovechando así el inicio de la próxima campaña oleícola. De hecho, ya han contactado con empresarios del sector y especializados en agroturismo, para concertar las visitas.
La idea es que los visitantes puedan conocer de primera mano cómo es el proceso para la obtención de los aceites, comenzando por la recogida de la aceituna en una de las fincas de la compañía. Desde ahí se visitaría la almazara y posteriormente se podrían llevar a cabo las catas, antes de que los turistas puedan adquirir los aoves en la tienda.
Mayor difusión nacional e internacional
Además, de esta apuesta por el agroturismo, Andrés González también ha llegado a Aceites Tapia con la misión de que los aoves de la compañía se conozcan en más puntos de España y del extranjero. Eso sí, sin dejar a un lado su principal meta: “Nuestro objetivo busca más la calidad que la cantidad”, apunta.
Sus clientes están fundamentalmente en la provincia de Málaga y también llegan a otras provincias andaluzas e incluso a Madrid, pero quieren ir más allá, apoyados en su tienda ‘on line’ en la que ya han enviado aceites a Francia, Italia, Reino Unido o Suecia. “Casi todos son extranjeros que han estado aquí, después se han ido a su país de origen, le ha gustado y lo han pedido por Internet, o un familiar se lo ha llevado”, señala el gerente de esta aceitera, que desde hace dos años forma parte del sello a Sabor a Málaga.
