El Ayuntamiento de Antequera ha abierto el proceso de licitación para ejecutar las primeras actuaciones de remodelación integral del Teatro Cine Torcal, para las que se han reservado en torno a un millón de euros y contarán con un plazo de ejecución de 12 meses.
El proyecto tiene como fin no sólo rehabilitar este inmueble construido entre 1933 y 1934, sino también devolverlo a su estado original, “adecuándo a las nuevas necesidades escenográficas y dotándolo de nuevos equipamientos e instalaciones requeridas por la normativa vigente”, como apuntan desde el Consistorio. Y para ello se van a reformar los camerinos, la zona de acceso y la plataforma elevadora; se recuperará el anfiteatro y patio de butacas como espacio único; se mejorarán los vestíbulos de la entrada y la primera planta, así como el lateral, se llevará a cabo la sustitución de cubiertas y el saneado de zonas con daños y patologías.
Las empresas interesadas en presentar sus ofertas tienen de plazo hasta el próximo 3 de octubre, a través de la Plataforma de Contratación del Sector Público.
Desde primero de año, la Administración municipal contaba con la tramitación del proyecto hecha para la licitación de la reforma del Teatro Torcal de Antequera, pero al tratarse de un inmueble protegido como Bien de Interés Cultural (BIC) por parte de la Junta de Andalucía -al ser un edificio singular y representativo de la arquitectura civil de estilo Art Déco-, “ha provocado que la consecución y aprobación definitiva del proyecto haya sido más tediosa de lo habitual, habiéndose trabajado de forma denodada al respecto tanto por parte del Ayuntamiento como del arquitecto responsable del mismo, el antequerano Ignacio Molina quien, por otra parte, es uno de las personas que más conocen el inmueble puesto que su familia fue la propietaria del mismo hasta producirse el acuerdo de permuta con el Ayuntamiento”, como aclaran desde el Consistorio.
El alcalde Manolo Barón se muestra «muy satisfecho» por la consecución de este paso decisivo hacia la reforma del Teatro Torcal, comprometida en campaña electoral para hace dos veranos: «Llevábamos mucho tiempo deseando que el proyecto pudiera salir a licitación, incluso teníamos el dinero. Pero al ser un edificio protegido catalogado como Bien de Interés Cultural y único prácticamente por sus características, ha sido muy difícil poder actuar puesto el proyecto tenía que ser integral».
