La rehabilitación de la Villa Romana de la Estación de Antequera se encuentra en su recta final. En menos de un mes tienen que estar listos los trabajos acordados con la Junta de Andalucía, titular de este Bien de Interés Cultural (BIC), y el Gobierno central, como administración que también financia el proyecto en base al llamado 1,5% Cultural, de cara a terminar de acondicionar un enclave arqueológico que se espera abrir al público este verano, aunque bajo demanda.
Las futuras visitas a la Villa Romana de la Estación serán gestionadas a través del Museo de la Ciudad de Antequera (MVCA). Quienes deseen conocer este espacio deberán solicitarlo previamente y será personal de la Fundación de Ciudades Medias del Centro de Andalucía quienes lleven a cabo la visita guiada. Contarán con el asesoramiento del arqueólogo municipal y coordinador de los trabajos de rehabilitación, Manuel Romero, que este lunes, y acompañado de otros técnicos municipales, ha mostrado al alcalde Manolo Barón y las ediles delegadas de Patrimonio y Turismo, Ana Cebrián, y de Obras, Teresa Molina, como se encuentran los trabajos.
“Esta es una nueva apuesta del Ayuntamiento por sacar a la luz las bellezas del patrimonio antequerano. Pronto vamos a tener un nuevo enclave turístico de primer nivel”, ha manifestado el alcalde tras la visita, de un proyecto en el que finalmente se han invertido 1,2 millones de euros y en el que la propia Administración municipal aporta el 40%.
Para el primer edil, cuando la Villa Romana de la Estación esté abierta al público se va a dar un “salto espectacular en la promoción turística de Antequera”, ya que muy pocas ciudades van a poder ofrecer en una mismo día, por ejemplo, un recorrido tan amplio por la Historia, gracias también a monumentos como los Dólmenes (Neolítico), la Alcazaba (Época musulmana y lucha con los Reinos Cristianos), la Real Colegiata de Santa María la mayor (S. XIV, como uno de os primeros ejemplos de arquitectura renacentista) y los varios ejemplos del barroco en las iglesias antequeranas.
“Periplo complicado”
Desde el Ayuntamiento de Antequera admiten que llegar a este punto ha sido un “periplo complicado”, debido a los trámites administrativos, las modificaciones de los proyectos y “los millones de complicaciones” surgidos. Fue en enero de 2018 cuando el Gobierno central daba luz verde a la subvención del proyecto, aunque las primeras actuaciones no comenzaron hasta el verano de 2019. Sin embargo, al año, nuevos hallazgos arqueológicos obligaron a modificar el proyecto y, ante el retraso para retomar las obras, la primera empresa adjudicataria suspendió los trabajos y solicitó la resolución del contrato.
No fue hasta el pasado verano cuando lo que quedaba de proyecto volvía a licitarse y adjudicarse de nuevo por unos 825.000 euros, para continuar unas actuaciones que ya están en su última fase: los mosaicos ya se encuentran descubiertos al completo, los caminos por donde pasarán los futuros visitantes están trazados y esta mañana han llegado parte de las cubiertas que se instalarán en buena parte del recinto.
Este último material procede de Israel y está especialmente diseñado para, por una parte, evitar que los rayos del sol incidan directamente sobre los mosaicos, pero dejando que entre la luz suficiente para no sólo apreciarlos bien, sino también que se reflejen los colores tal y como eran en su momento, creando así “una atmósfera lumínica adecuada”, como apuntan los técnicos municipales.
“Una villa muy singular”
Con todo ello se quiere que los visitantes puedan descubrir y apreciar los restos de lo que fue una gran residencia de una familia de alto poder adquisitivo dedicada al cultivo y la comercialización del aceite de oliva, usada desde el primer siglo antes de nuestra era hasta el siglo V.
“Una villa muy singular”, como asegura Manuel Romero. En primer lugar por tratarse de una vivienda de la Bética romana en una zona suburbana, que permitía a los residentes estar cerca de la Antikaria romana, participando así de la vida pública, pero estando a la vez a los pies de la hoy Vega de Antequera. Pero también por la dimensión del recinto -lo descubierto sólo abarca una cuarta parte de lo que fue esta residencia-, y en especial por sus mosaicos, como el que ocupa la galería norte de la vivienda, o el que hay en forma de rampa y que conecta esta última zona con el peristilo (patio) de la casa, una tipología poco usual.
Para poder conocer todos estos detalles, el recorrido habilitado por el yacimiento contará con paneles informativos para hacer “una visita didáctica”, como ha destacado la edil delegada de Turismo.