“La peor crisis económica de los últimos diez años”. Así de rotundo se muestra el secretario general de UPA Málaga, Francisco Moscoso, sobre la situación que se vive en el sector de la patata en la Vega de Antequera, de la que asegura es “insostenible”. «Nos encontramos con un incumplimiento generalizado de los contratos, que claramente se están pagando a pérdidas porque no cubren ni tan siquiera los costes de producción», asegura.
Como explican desde UPA Málaga, los agricultores están percibiendo 0,18 euros por kilo en saco, mientras que por sacas de patatas 500 kilos les pagan a 0,16 el kilo. Sin embargo, el coste de producción está en 22 céntimos. Por ello, lamenta especialmente que en las grandes superficies el precio oscile en torno al euro por kilo.
Moscoso recuerda que los productores de patata en la Vega de Antequera se están enfrentando año tras año a costes elevados ya que, por un lado, están sometidos a requisitos legales comunitarios que implican el uso de productos de alta calidad, beneficiosos con el medio ambiente, y por otro hay que sumar “unos costes laborales importantes y una fiscalidad elevada».
A pesar de este aumento de los costes, “el precio en origen es cada vez más ruinoso», como denuncia. Y la situación se agrava con la importación de patatas de países extracomunitarios, “con una ventaja que aprovechan las distribuidoras para presionar aún más a la baja a los productores malagueños».
Según Moscoso, los intermediarios y las grandes superficies comerciales “hacen y deshacen a su antojo” y reclama que se ponga freno a esta situación y a una especulación que acaba determinando “unos precios en origen de ruina que lo único que están haciendo es llevar a la desaparición a todos los sectores agrícolas y ganaderos.
En este sentido, desde UPA Málaga insisten en que las administraciones públicas se impliquen con esta situación y se apliquen verdaderamente las medidas contempladas en la Ley de la Cadena Alimentaria. «No podemos permitir por más tiempo que sigan ocurriendo situaciones como la actual, que los agricultores somos los que pagamos las consecuencias y continuamos con una acuciada pérdida de rentabilidad porque los que imponen la realidad son los especuladores», insiste Moscoso.
No es la primera vez que desde el sector primario exigen una aplicación efectiva de esta legislación, que también exigen desde otros ámbitos agrícolas como el olivarero, provocando varias concentraciones y manifestaciones al respecto.
