En 2018 se celebró la primera edición de Invest in Cities, un foro promovido por el Grupo PGS y Cepyme nacido para apoyar el desarrollo de ciudades atractivas para al inversión, que tengan proyectos que contar, pero que carezcan de escaparates para hacerlo, y puedan quedar alejadas del foco de grandes capitales como Madrid y Barcelona. Antequera ha sido elegida entre la veintena de localidades de la segunda edición, cuya cumbre tuvo lugar el pasado 12 de diciembre en Madrid. En este evento, representantes del Ayuntamiento y del tejido empresarial pudieron dar a conocer las potencialidades del municipio, ante más de mil inversores y empresas. Este año, además, han participado más de 20 países extranjeros. Y es que, como subraya el director comercial del Grupo PGS y del foro, Ignacio Alonso, “la proyección no sólo tiene que ser nacional, sino que, en este mundo global, es importante que las ciudades sepan venderse de cara a países europeo y latinoamericanos, fundamentalmente”.
¿Porqué ha sido elegida Antequera?
Tiene un claro posicionamiento en el sector de la logística. Está en medio de unos nudos muy importantes de comunicaciones, tanto por carretera como por vía ferroviaria. Ese el kilómetro 0 de Andalucía y tiene el Puerto Seco, un proyecto en sí mismo muy atractivo.
Junto con la cumbre del 12 de diciembre, también se están llevando a cabo foros locales, ¿cuándo se celebrará en Antequera?
Ya se han ejecutado algunos de los eventos locales durante este 2019, aunque otros, por motivos de agenda, se van a llevar a cabo en 2020. El de Antequera lo más seguro es que se postergue al primer trimestre. En ese foro local se trata de darle herramientas de crecimiento al tejido empresarial de cada una de las ciudades participantes, a través de la inversión privada, la financiación o la transformación digital.
¿Observáis que entre los empresarios de ciudades medianas haya un mayor recelo a la hora dar a conocer sus proyectos y productos más allá de las fronteras nacionales?
El empresario español, de media, sobre todo en el ámbito de las pymes, tiene un cierto rechazo a salir de su zona de confort. ¿Por qué? Pues por razones sociológicas. Pero muchas veces existe un desconocimiento de las herramientas que hay en el mercado. La inmensa mayoría de los cuatro millones de pymes que hay en España están financiadas por la entidad bancaria que están en la acera de en frente. Y hoy en día hay muchas formas de financiación y de crecimiento que están fuera de las entidades de crédito oficial. Un dato: en Estados Unidos, el 80% de la financiación se obtiene por canales extrabancarios y el 20% restante en entidades de crédito oficial. Y en España es todo lo contrario: sólo el 8-9% se produce a través de vías como como ‘crowslending’ [préstamos de grandes grupos o por diversas personas], ’crowfoundig’ [otra forma de financiación colectiva también denominada micromecenazgo] u otras herramientas. Y ahí tenemos mucho margen de mejora, por desconocimiento y mentalidad.
Este tipo de eventos también promueven la colaboración público-privada para que los proyectos no sólo dependan de su capacidad para encontrar financiación, ni del Erario y las subvenciones de la Administración.
Exacto. Nuestro papel desde la organización de Invest in Cities es actuar de celestinos e intermediarios. Pasa, a menudo, que la entidad privada no tiene conocimiento de las herramientas que existen y luego hay un problema de comunicación en las entidades públicas que no son capaces de promocionar todo lo que tienen de atractivo.
Una ciudad del tamaño de Antequera, ¿cómo puede atraer inversores o llamar la atención de las grande compañías, en su caso, de la distribución y la logística?
Tener un gran producto no sirve de nada si no lo vendes. El principal problema que tienen algunas ciudades es que no son capaces de traspasar sus propias fronteras para reunirse con agentes que les puedan impulsar en su desarrollo. Y eso pasa a nivel de comunicación y también institucional: se centran en sus vecinos y no tanto expandirse hacia fuera. Eso chip está cambiando y ciudades pequeñas están teniendo grandes resultados y oportunidades a base de salir a su zona de confort.
Las nuevas tecnologías puede ayudar a ese objetivo.
Por su puesto. Están muy ligadas al crecimiento empresarial y de las propias ciudades. La empresa mediana o grande que no esté acometiendo un proceso de innovación y transformación digital tiene los días contados. Y no le pasa sólo a las Administraciones públicas o a empresas de sectores tradicionales. Les puede pasar a empresas tecnologías, que deberían estar en la vanguardia. Nokia, por ejemplo, se vino abajo porque no supo subirse a la ola de la digitalización y era líder en la venta de teléfonos móviles.
