Como cada primavera, en Horticultores el Torcal se encuentran en plena campaña del espárrago, iniciada en febrero. Aunque este año con una evidente excepción: “con todas las precauciones que tenemos que tener con los trabajadores que están en la cooperativa” debido a la crisis sanitaria del COVID-19, como reconoce el responsable del área de administración, Curro Pérez Lara.
Aún así, y a pesar de esta circunstancias muy diferente a otros ejercicios, la campaña mantiene su ritmo habitual y se prolongará hasta principios. “El campo y la planta no entiende”, incidente desde esta cooperativa, donde esperan un aumento de la producción de entre un 10% – 15% respecto al pasado año. De alcanzarse ese objetivo, volverían a superar el millón de kilos de espárragos, convirtiéndose en una muy buena campaña.
Tampoco es un inconveniente para el espárrago las precipitaciones de estos últimos días. Como asegura Pérez Lara “todo lo que se lluvia beneficia” a este cultivo, que tiene a la comarca de Antequera como epicentro de la provincia. Lo que si provoca la lluvia son parones en la actividad laboral, aunque la medida de trabajadoras que están en la fábrica del Horticultores el Torcal ronda el centenar.
Freno al mercado europeo
Los efectos de la crisis sanitaria sí la van a notar en Horticultores El Torcal cuanto a venta del espárrago en el mercado europeo: la compañía exporta buena parte de su producción a países como Alemania y Francia y en menor medida a Reino Unido. “Si se cierran mercados, hoteles, restauración… nos va afectar”, admiten.
Por el momento, la demanda está absorbiendo de la producción del campo, máxime porque no está en la actualidad al 100%, «pero se nota que hay una crisis muy profunda», como explican desde la cooperativa.