El próximo 1 de febrero se cumple el 30 aniversario de Agrobroker. Tres décadas de continua adaptación a mercados que, en un comienzo, ni si quieran estaban digitalizados para, desde Antequera, crecer y llegar a nuevos destinos y compradores. También a nuevos públicos más allá del mundo agroganadero, donde estuvo el origen, poniendo en marcha nuevos proyectos. Y al frente de todo, Ignacio Carrasco, un empresario que no ha dejado de apostar por abrir nuevos mercados, desde su afición al mundo de la hípica, hasta sectores menos conocidos como la decoración para terrazas y jardines, pasando por el mundo de la madera tratada, donde se han consolidado como una empresa referente del sector. Lo tiene claro: o seguir innovando y adaptarse al mercado y a los tiempos, o te quedas atrás.
En la trayectoria desde lo que era Comercial Agroganadera hasta lo que es en la actualidad Agrobroker, ¿qué es lo que más valora de esa evolución?
Sin duda, las relaciones personales. Una empresa no es más que un conjunto de personas que interactúan: los socios, empleados, clientes, proveedores… Y esas relaciones es lo que más valoro. Si hago un repaso de las personas que han pasado por Agrobroker, solo me quedan buenos recuerdos y muchos amigos a los que estoy muy agradecido. En mi caso, he tenido mucha suerte en este capítulo. Los empresarios generalmente ‘rajamos’ mucho del personal de los bancos. Yo en cambio considero que siempre me han tratado bien y tengo en el gremio buenos amigos.
En las tres últimas décadas ha habido en el país varias crisis económicas y hay un mercado que cambia y evoluciona cada vez más rápido, ¿cómo se sobrevive?
Lo más importante es tener la capacidad de adaptarnos a las diferentes situaciones. Hemos pasado primero una transformación del sector ganadero, la crisis del 93, el ‘boom’ de la construcción, la crisis de 2008 y por último esta pandemia que estamos viviendo. Creo firmemente en el dicho de “renovarse o morir” especialmente en la vida de una empresa.
Visto con la perspectiva de estos 30 años, ¿comenzaría de nuevo tomando los mismos rumbos empresariales? ¿Qué hubiera cambiado?
Esa pregunta ahora puede parecer muy fácil, pero a pesar de la experiencia volveríamos a cometer errores. Creo que mi gran error de partida fue convertirme directamente en empresario sin haber pasado antes por trabajar en una empresa ajena y partir de una experiencia.
Echemos la vista atrás hasta comienzos de la década de los 90 y pensemos en cómo era la actividad comercial en aquellos tiempos. ¿Cuánto ha cambiado de cómo se trabajaba aquel entonces respecto ahora? ¿O considera que, en esencia, no hay tanto cambio?
Creo que la gran revolución por encima de cualquier cosa ha sido la tecnológica y muy especialmente Internet. Nosotros siempre hemos comprado y recuerdo cuando hacer una prospección de mercado en otro país pasaba por escribir a la oficina comercial de las embajadas, solicitando proveedores de determinados productos. Luego tenias que viajar, alquilar un coche y coger un mapa de carreteras buscando empresas, en ocasiones en lugares muy perdidos, especialmente en los proveedores de madera que siempre están en zonas de montaña. Ahora ‘San Google’ te lo muestra todo.
Primero Le Galop, su división de equipamiento hípico; después Forestgreen, especializados en madera tratada, y más tarde Hosteljardín, con mobiliario para exteriores. ¿Fueron naciendo como una demanda del mercado o una necesidad de buscar nuevos nichos de comercialización?
Ambas cosas. Los nichos de mercado surgen en la evolución de los mercados que demandan productos nuevos o diferentes.
Reconózcalo, de las tres divisiones de Agrogbroker, ¿cuál es la que más alegrías empresariales le ha supuesto? ¿Y cuál ha costado más?
La que más me gusta es Le Galop, por mi afición desde niño al mundo del caballo. La que más satisfacciones empresariales me ha supuesto es Forestgreen, por su volumen. La que más me cuesta es Hosteljardin, porque tengo menos experiencia en este sector y es muy competitivo.
De cara al 25 aniversario, la empresa renovó sus instalaciones, creando un espacio exclusivo dedicado a la guarnicionería, y productos como el ‘Rincón Gourmet’, especialmente diseñado para eventos. ¿Preparan alguna novedad para su inminente 30 aniversario?
Siempre estamos inventando. Acabamos de ampliar nuestra exposición de pérgolas, hemos iniciado un nuevo proyecto con la importación de césped artificial, hemos adquirido nueva maquinaria para la ejecución de las pistas hipicas y, por último, estamos creando un departamento técnico para controlar mejor nuestras obras y fabricación de productos.
En Agrobroker llevan tres décadas demostrando cómo se desde Antequera, ¿se está tardando en confirmar al municipio como un referente para la comercialización y la distribución en el sur de España?
Yo creo que Antequera reúne unas condiciones magníficas y su situación geográfica es privilegiada para abastecer a la comunidad andaluza, pero indudablemente son las empresas las que tienen que moverse para llegar mucho más lejos.
Aunque para ello, claro está, se deben de seguir mejorando las comunicaciones y sus infraestructuras.
Bueno, en eso nosotros tenemos una espinita clavada con el acceso a Agrobroker, por el que tanto hemos luchado y en el que tantos accidentes han tenido lugar. Ahora parece que la tan nombrada “rotonda de Agrobroker” por fin va a ser una realidad. Esta rotonda no solo va a favorecer a Agrobroker, sino también al Club Hípico Antequera; al resto de empresas que hay por esta parte, algunas muy importantes y que tienen el mismo acceso y, por supuesto, a todos los vecinos que viven en esta zona, que son muchos. Pero lo más importante es que va a solucionar un problema de seguridad vial a todos los usuarios de la carretera A-343 [antigua carretera a Sevilla] que también sufren los riegos de este ‘punto negro’. Ahora que esta el proyecto redactado, solo depende de la Consejería de Fomento ejecutarlo a la mayor brevedad.
“Estamos creando un departamento para controlar mejor nuestras obras y fabricación de productos”
Como empresario apostó por Le Galop y personalmente está su implicación con el Club Hípico de Antequera y trabajar para recuperar el Concurso Nacional de Saltos de la ciudad. ¿Qué supone el mundo del caballo para usted?
Es mi gran pasión y afición, siempre me ha gustado en todos sus ámbitos: montar, la enseñanza y promoción del deporte ecuestre, la competición y mi trabajo como profesional de las instalaciones hípicas. El Club Hípico de Antequera ha sido un sueño hecho realidad y espero que nos dé muchas satisfacciones a todos.
Antes de finalizar, ¿cómo ve los próximos 30 años de Agrobroker?
Los veo entrando por muchos con seguridad por la nueva rotonda, sería sin duda el mejor regalo de aniversario.
