No se considera un emprendedor al uso, pero las ganas por poner en marcha nuevos proyectos le puede. Así que, dada su vocación docente y su interés por la investigación era cuestión de tiempo que Gabriel Marín acabara creando un proyecto como Tierra de Maestros. Ubicados en el Centro de Negocios CADI del Polígono Industrial de Antequera -sito en la calle Cueva de Viera-, se han convertido en una referencia para aquellas personas que están preparando sus oposiciones docentes. Además, no dejan de trabajar en metodologías y fórmulas que aporten una nueva visión al ámbito educativo, con proyectos innovadores que llaman la atención fuera de las fronteras españolas.
Para quien no conozca el proyecto, ¿qué es Tierras de Maestros?
Es un grupo pedagógico que nos dedicamos a dos grandes ramas: investigación e innovación educativa y las oposiciones docentes. Estamos en proyectos europeos de bastante envergadura, y en el 2018, en el proyecto más importante a nivel nacional estuvimos nosotros presentes. Pero quizás, por lo que nos pueda conocer más la gente en la comarca es por la otra rama. Somos un referente andaluz, y ahora porque estamos de forma ‘online’, pero cuando estamos físicamente nos vienen alumnos de Sevilla capital, Cazorla (Jaén), de Granada… de todas partes.
¿Siempre has tenido espíritu emprendedor?
Digo que no soy empresario, ni nada por el estilo; pero siempre estoy metido en proyectos y abriendo puertas…así que, sin querer, sí. Lo que me interesa es la parte técnica: la parte educativa, participo en muchos congresos, estoy muy metido en el circuito educativo y en el cultural, organizo un festival de música folk… pero indirectamente sí, y me surge la necesidad de emprender y hacer cosas nuevas. Si estoy siempre en una misma casuística me aburro.
¿Como surgió la posibilidad de convertirte en formador de docentes?
Fue un poco de forma casual. Cuando me saqué las oposiciones, con buenas calificaciones, hubo un centro formativo que se puso en contacto conmigo. Y a partir de ahí comencé a preparar oposiciones, con la casuística que en las primeras convocatorias hubo grupos en los que el 90% sacó plaza directamente. Y en este ámbito ha sido más el boca a boca que la publicidad.
¿Y la vocación en investigación? ¿Ya la tenías durante tus estudios universitarios?
La primera carrera que cursé fue Magisterio y anteriormente lo compatibilizaba con el Conservatorio Superior de Música. Y me di cuenta que siempre quería seguir aprendiendo. Estuve haciendo los estudios de doctorado en Córdoba y terminé haciendo otros en la Universidad de Cantabria. El interés por aprender, y viendo que podía haber otras herramientas más potenciales que las que se estaban utilizando en el aula, es lo que nos ha llevado a investigar.
Aquello que nosotros estamos viendo que tiene posibilidades, si queremos que lo implementen en las aulas, teníamos que ser muy científicos. Estamos en un ranking europeo de proyectos de investigación en un puesto bastante alto y, de hecho, vamos a hacer acuerdos de colaboración con universidades de Estados Unidos.
¿Ese interés innovador es por ver cómo el sistema educativo lleva casi inmóvil desde hace décadas?
En el ámbito educativo estamos acostumbrados a utilizar una metodología año tras año que sigue ahí. Y dar un pasito cuesta, pero si no se tienen las herramientas necesarias es muy difícil dar el paso.
Es complejo. Para dar ese paso debería haber un sistema muy bien estructurado, donde sean las propias administraciones las que den ese empujón. Pero si es verdad que, al contrario de lo que parece, hay muchos más docentes que utilizan métodos innovadores. Se ha dado un paso gigantesco en los últimos años, pero no en el 100% de las aulas lo están llevando a cabo.
Para dar ese empujón desde las administraciones, ¿es cuestión de más inversión?
Eso ayuda, pero no es la clave principal. La ciencia abala que hay otros métodos donde se aprende más y mejor, y se consigue un mejor desarrollo integral del niño. Y lo que habría que hacer es un sistema y estructurar una metodología con la que se vaya formando a los profesores. Esto, evidentemente conlleva un dinero, pero es más bien apostar por dar formación a esos recursos humanos, más que sólo apostar por inyectar recursos económicos a herramientas digitales. De recursos, no estamos tan mal. Yo echo en falta apostar más por un sistema con el que vayamos todos a una. No se termina de regular. Si hay que regular ir a 100 ó 120 por una autovía se regula de un día para otro, en el ámbito educativo cuesta más porque no estamos preparados.
¿Cuesta más por parte del docente o por parte de la Administración y los gobernante?
Un poco de todo. Pero a los docentes, cuando desde arriba se le dice que hay que hacer algo, lo hacen. También es un tema complejo, porque las comunidades tienen sus competencias pedagógicas. Habría que crear una infraestructura muy clara -evidentemente no es de un día para otro- donde se haga. Pero no se apuesta por dar ese paso. No sé si es por desconocimiento o si entran otras variables.
Estamos en una crisis, sin que prácticamente se hubiera salido de la anterior, ¿Habéis notado en Tierra de Maestros un incremento de las matriculaciones de personas que buscan en la docencia un trabajo estable?
En las oposiciones de Primaria no se da esa variable, porque para los graduados en Magisterio las oposiciones son como un paso más en la carrera. En Secundaria quizá sí se pueda notar porque se las preparan graduados en otras carreras. Nosotros preparamos todas las oposiciones de Primaria para maestros, y para Secundaria preparamos la parte didáctica, pero nos centramos sobre todo en maestros.
Además, de vuestro trabajo innovador, en Tierra de Maestros también patrocináis a equipos deportivos
Apoyamos a determinados equipos deportivos los valores que transmiten. No es patrocinar el deporte por el deporte, sino lo que hay detrás. En el caso del balonmano patrocinamos la cantera que se llama Balonmano Tierra de Maestros Antequera. En los otros dos ámbitos, es por favorecer la inclusión y el apoyo a la mujer. Por eso apoyamos a La Peña Trail y al Club Flamencos Amputados Sur.
