La campaña 2018-2019 para la D. O. P. Antequera supuso “una producción muy buena” con 3.317 toneladas de aceite de oliva virgen extra (AOVE) certificado con esta denominación de origen protegida, de las que finalmente se envasaron 136. Sin embargo, las previsiones para la actual no son tan elevadas, hasta el punto de que el Consejo Regulador calcula que será aproximadamente la mitad respecto a la anterior.
“Si un año carga el olivo, al año siguiente es muy difícil que haya una gran recogida”, apuntan desde el grupo agroalimentario Dcoop, con cooperativas integradas en la D. O. P. Antequera y comercializadora de este aceite diferenciado y de recolección temprana. “Cada vez se va adelantando la recogida, buscando aceite de alta gama”, inciden.
De todas formas, una menor producción no quiere decir que finalmente se vaya a envasar una menor cantidad de este aceite, ya que el objetivo es que vaya a más. “Si vemos una oportunidad de mercado, lo vamos a aprovechar”, apuntan desde Dcoop, donde también reconocen que “es un trabajo lento”. Por ejemplo, hace dos campañas envasaron en torno a un centenar de toneladas y acabaron creciendo más de un tercio en la siguiente. El resto del AOVE se vende a granel.
Uno de los motivos por el que no se envasa -en las instalaciones de Mercaóleo- toda la producción de debe en parte a que, tal y como ya ha explicado en otra ocasión desde el Consejo Regulador, por ahora en España los consumidores no están tan dispuestos a pagar más por el valor añadido que supone diferenciar el aceite con una denominación de origen. Tanto es así, que los esfuerzos comercializadores se hacen básicamente de cara a la exportación. Según los últimos datos, en torno al 7% de la producción se queda en España, ni el 2% va a otros países de la Unión Europea y el resto viaja fundamentalmente a China: “Son clientes que buscan cierta diferenciación”.
Proceso
Más de 5.000 agricultores trabajan para la D. O. P. Antequera, aglutinados en cooperativas de localidades del norte de la provincia de Málaga, así como de Palenciana (Córdoba), incluyendo a la comarca de Antequera y la zonal del Guadalteba y el territorio Nororiental de Málaga (Noroma). Caso de esta última es la cooperativa Oleoalgaidas -en Villanueva de Algaidas- galardonada en los últimos premios con los que Dcoop quiere distinguir la calidad y donde este miércoles el consejo regulador ha querido mostrar cómo se elabora su aceite.
Tras la recogida de la aceitunas en las 42.500 hectáreas inscritas en la denominación de origen, los cooperativistas llevan la carga hasta las almazaras, para su limpieza y una primera selección. El proceso se inicia con la molturación para romper las células de la pulpa del fruto. La pasta resultante pasa por una fase de batido, antes de un «centrifugado horizontal” para separar los elementos sólidos (piel y hueso) y comenzar así a obtener el aceite. Después, un «centrifugado vertical» permitirá separar mejor el agua de ese primer zumo de aceituna a través de la decantación. En la parte final del proceso, el producto pasa a unos depósitos en los que estará 24 horas, donde el maestro de almazara lo irá probando para comprobar la calidad.
Características
Y es que, no todo el aceite generado en las cooperativas inscritas tiene porque acabar siendo D. O. P. Antequera. De hecho, hace dos campañas de los más de 4,6 millones de kilos producidos, sólo 634.000 toneladas superaron los estándares de calidad establecidos.
En primer lugar, en tanto aove -fundamentalmente de la variedad hojiblanca-, el producto no puede tener ningún defecto de cata. Además, debe de presentar unas cualidades “remarcadas” de amargor, picor y afrutado. En el caso de esta última característica, el aceite de oliva D. O. P. Antequera alcanza un índice de 4,5 que, como subrayan, “es muy difícil”.
