La Diputación de Málaga pretende iniciar un expediente, con documentación escrita y gráfica, para solicitar la declaración del Caminito del Rey como Patrimonio Mundial de la Unesco. La medida cuenta con el respaldo unánime de todo el pleno del organismo.
La idea es poner en marcha una comisión de trabajo, en colaboración con los ayuntamientos del entorno de este sendero ubicado en la zona de los embalses del Guadalhorce – Guadalteba -entre los municipios de Álora y Ardales- con el objetivo de de reforzar la fundamentación del expediente. Asímismo, se llevarán a cabo campañas para recabar apoyo social e institucional para esta declaración.
Una vez completado el informe, se enviaría a la Junta de Andalucía para que iniciara los trámites de un expediente que hay que elevar hasta el Ministerio de Cultura, y que tiene como fin convertir a este recorrido por el paraje natural del Desfiladero de los Gaitanes en el segundo espacio de la provincia incluido en la lista representativa de la Unesco, tras el Sitio de los Dólmenes de Antequera.
Para el organismo provincial, el Caminito del Rey aúna a su valor natural el hecho de ser un testimonio del pasado ligado a la electrificación y la industrialización de la provincia. Ingenieros y obreros construyeron entre 1901 y 1905 una pasarela aérea y colgante para comunicar la presa del Conde del Guadalhorce y la central hidroeléctrica construida en los saltos de agua del Chorro y del Gaitanejo.
El deterioro de la instalación, y consecuentemente el aumento de la peligrosidad del sendero, obligaron a cerrar su paso hasta su rehabilitación en 2015. En este sentido, desde la Diputación también
recuerdan que las actuaciones para su reapertura han importantes galardones de arquitectura y turismo, tanto a nivel nacional como internacional, “al tratarse de un proyecto ejemplar de recuperación
del patrimonio, de integración con el paisaje y el entorno, y de sostenibilidad ambiental”.
Otro de los argumentos sobre los que se quiere apoyar la declaración del Caminito del Rey como Patrimonio Mundial es que este sendero natural, legalmente protegido por la Junta de Andalucía en 1989, “es un extraordinario ejemplo geológico que, además, contiene una flora y fauna de valores ecológicos incalculables”. Y a ello habría que sumar la importancia histórica de otros espacios de su entorno como las ruinas de Bobastro o la Cueva de Ardales; y que además, ha servido para dotar a la zona de un elemento dinamizador de turismo y de un foco de atracción de visitantes.
