La Diputación de Málaga va a intentar, “en la medida de sus posibilidades”, que su Oficina de Urbanismo puedan agilizar las subsanaciones y realizar las correcciones necesarias de algunos de sus puntos del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Archidona, respecto al documentó que ya se aprobó por parte del Ayuntamiento y que se entregó a la Junta de Andalucía. “Si no se subsanan esos puntos no se puede publicar en el Boletín de la Junta de Andalucía [BOJA] y por lo tanto no puede entrar en vigor”, ha explicado este martes la alcaldesa Mercedes Montero, que ayer mantenía una reunión con el presidente de la Diputación, Francisco Salado, y otros responsables del organismo provincial y del Consistorio, donde se abordó este asunto.
Otros de los temas que se hablaron en el encuentro fue la reapertura de la Residencia de Mayores de San Carlos, que lleva cinco años cerrada y en la que se está trabajando en un pliego de condiciones para la gestión de sus instalaciones y del edificio anexo que se adquirió en su día y que también se habilitó para que se puedan ofertar más plazas, hasta llegar al medio centenar.
Visita al convento de la Monjas Mínimas de Archidona
Además de la reunión en el Ayuntamiento, los responsables de la Diputación también pudieron visitar el convento de las Monjas Mínimas de San Francisco de Paula. El organismo provincial financió con 65.000 euros las obras de emergencia que se llevaron a cabo para paliar el deterioro de la torre de este monasterio de Jesús María del Socorro en Archidona, un edificio del siglo XVIII de gran valor patrimonial, histórico y cultural, cuyo mal estado provocó el desprendimiento de diversos materiales y cornisas de la torre.
La rehabilitación se realizó teniendo en cuenta un estudio técnico sobre las patologías que presentaba la torre, que detectó diversos problemas como la desestabilización de la cornisa, por falta de mortero y piezas partidas, así como por la proliferación de líquenes y plantas. De hecho, muchas piezas decorativas de cerámica esmaltada de la fachada se llegaron a desprender sobre la vía pública y, además, los problemas del edificio también estaban afectando el campanario y la cerrajería.
“Ante esta situación, tuvieron que realizarse obras de emergencia para evitar un mayor deterioro de la torre y problemas de seguridad en sus alrededores. En este sentido, se ha procedido al desmontaje de la cornisa, la limpieza de fachada de fábrica mediante la aplicación de una solución jabonosa neutra, en unos casos, y mediante agua a presión fría y de un humectante y fungicida inocuo; la demolición de pavimento de mortero de cal del cuerpo de campanas y la reposición de la cornisa”, como ha explicado la Diputación.
