Muy molestos están en Sierra de Yeguas por lo que consideran es un «desprecio del Gobierno andaluz” ante su municipio, habida cuenta de cómo está actuando la Junta ante la necesidad de arreglar varias vía rurales, especialmente en el denominado Camino de Antequera, parte de la Cañada Real Sevilla – Antequera.
Desde el Ayuntamiento serrano consideran que la “dejadez” de la Administración andaluza ha quedado patente con el estado en el que se encuentra esta vía rural tras las lluvias caídas el pasado 13 de abril. Y es que la Consejería de Desarrollo Sostenible había invertido semanas atrás unos 64.000 euros en la limpieza y la realización de pequeñas reparaciones, que sin embargo que el paso del agua de una tormenta ha dejado en nada, volviendo a quedar el camino de Antequera intransitable.
Para el alcalde de Sierra de Yeguas, José María González, las actuaciones planteadas en el pasado mes de febrero “no tenían ningún sentido porque no han solucionado ningún problema”. De hecho, no comprende cómo finalmente se dio una solución que se antojaba escasa, máxime cuando un año antes, tras la aprobación de la segunda fase del Plan Repara -con motivo de las lluvias torrenciales en 2018-, la Consejería pensaba que había que destinar en dicha vía 872.000 euros.
Dicha inversión nunca se llevó a cabo a pesar de la reiterada petición del Ayuntamiento de Sierra de Yeguas y más después de incluso el municipio volviera a ser afectado por un temporal el pasado verano. Aún así, la Administración andaluza dejó fuera de la financiación prevista al Camino de Antequera, ya que, como recuerda González, se les comunicó que lo veían un transitable. También bajo ese mismo criterio, a finales del pasado año se informa por parte de la Consejería que quedan fueran del plan una actuación en el camino de los Muertos y el acondicionamiento del camino de las Cruces, del que se ha pedido que se incluyera esta última vía en el Plan Itínere.
Debido a la falta de actuación en el camino de Antequera, también se está viendo afectada por las últimas lluvias la carretera hacia Fuente de Piedra. Y es que, dado que la primera no cuenta con cunetas y una buena recogida de aguas, las precipitaciones acaban confluyendo en la segunda vía, provocando en ella la acumulación de agua y barro.