Durante más de 50 años, Cajamar viene respaldando la feria Agrogant de Antequera. Su director territorial en Málaga, Sergio Durán, explica cómo la entidad contribuye a impulsar un modelo productivo más sostenible y rentable, conforme a su vinculación y compromiso con el sector agroalimentario, promoviendo actuaciones y medidas que aportan soluciones a sus necesidades presentes y futuras.
¿Cuántos años lleva Cajamar colaborando con la celebración de jornadas técnicas en Agrogant, la Feria Agrícola y Ganadera de Antequera?
Desde el inicio mismo de la actividad financiera de nuestra entidad en esta provincia, hace ya más de 50 años, venimos colaborando con las Fiestas de Primavera, hoy Agrogant. Como es reconocido, Cajamar es una entidad de crédito con origen en Málaga, donde quedó constituida en 1962 y comenzó a financiar a las cooperativas agrícolas y a sus agricultores y ganaderos asociados desde 1966.
Agrogant es una de las ferias y eventos agrícolas de la provincia y Andalucía en las que también participa mostrando su apoyo. ¿Qué supone para Cajamar esta apuesta por el sector agroganadero?
Más que una apuesta es nuestra razón de ser. Cajamar es una entidad pegada a la tierra y con unas raíces profundas en el sector agrícola y ganadero malagueño. Con el paso de los años, hemos crecido acompañando a nuestro sector agroalimentario, a sus empresarios y profesionales, ayudándoles a impulsar sus negocios con soluciones especializadas y a medida de sus necesidades. Tenemos siempre presente que Cajamar es hoy día la mayor caja rural española y la única que, con su buen hacer y la confianza de sus socios y clientes, ha logrado situarse entre las diez entidades financieras significativas de nuestro país. Esto es lo que nos diferencia y convierte en una singularidad, por nuestra condición de banca cooperativa.
Uno de sus compromisos es con la optimización del uso del agua, y ejemplo de ello es Cajamar Innova. ¿Cómo funciona esta iniciativa?
Cajamar Innova responde a nuestra preocupación e inquietud por el uso sostenible y la gestión eficiente del agua, un recurso tan escaso como imprescindible para nuestra agricultura y para el sector turístico. Es decir, para la vida de nuestros pueblos y ciudades. Por ello, desde hace cincuenta años estamos promoviendo y desarrollando varías líneas de investigación con la mirada puesta en el ahorro y el uso eficiente del agua en nuestros sectores productivos. Y desde hace cuatro años contamos también con Cajamar Innova, nuestra incubadora de empresas de alta tecnología a través de la cual apoyamos a empresas y startups de base innovadora para hacer viables aquellos proyectos que aporten soluciones a las necesidades de nuestro modelo productivo, entre las que se encuentra la gestión eficaz de los recursos hídricos.
Desde su puesta en marcha en 2021, hemos lanzado cuatro convocatorias de proyectos, la última de las cuales concluyó el plazo para la selección de proyectos el pasado 2 de mayo. Durante estos años hemos apoyado a más de 160 empresas, propiciando la creación de más de 130 puestos de trabajo y la generación de riqueza por un valor superior a 80 millones de euros.
¿Algunos de los proyectos que han contado con el apoyo de Cajamar Innova benefician a Antequera y su comarca o han nacido en esta parte de la provincia?
Entre las necesidades más importantes de la comarca de Antequera, y en general de la provincia de Málaga, está la escasez de recursos hídricos. En los últimos años creo que hemos tomado conciencia de la necesidad de acometer medidas que garanticen a futuro las necesidades de agua en esta provincia.
Por nuestra parte, Cajamar Innova ha tutelado hasta ahora tres startups malagueñas: Naecoer, que cuenta con una patente única y pionera en la tecnología de nanoburbujas que contribuye a una mayor oxigenación del agua mejorando la productividad agrícola; ADSOL, que ha desarrollado una planta desaladora solar flotante, que utiliza fuentes de energías renovables y minimiza el residuo salino; y Ozonotec Eco, que aporta un extra de oxígeno al agua y a las plantas fortaleciéndolas, previniendo enfermedades fúngicas y ahorrando en el uso de fungicidas, pesticidas y fertilizantes.
Al margen del sector agro, ¿cómo se puede promover desde una entidad como Cajamar un uso más eficiente del agua entre la ciudadanía?
Desde Cajamar promovemos una cultura responsable en la gestión del agua basada en la innovación, la digitalización y el emprendimiento. Esta filosofía entronca de manera transversal con nuestra visión de contribuir a hacer realidad una sociedad responsable y sostenible.
Una cultura que trasladamos a la sociedad a través de numerosas actividades que impulsamos y realizamos a través de nuestro Fondo Social Cooperativo, en el que prevalece la promoción de la economía social y la difusión del cooperativismo, así como la formación y educación de nuestros socios, clientes y empleados en sus principios y valores.
De ahí que la investigación aplicada y transferencia de conocimiento técnico para compartirlo entre los dirigentes, profesionales y productores del sector agroalimentario, junto a otras actividades socioculturales y asistenciales, contribuyen a dar respuesta a las necesidades y a concienciar a la ciudadanía tanto en los ámbitos rurales como en los urbanos.
Entre los temas que preocupan a los agricultores están también los cambios normativos que afectan al sector, y en particular la PAC, especialmente en lo que se refiere al periodo de adaptación a las nuevas tecnologías. ¿Qué ayudas puede ofrecer Cajamar para facilitar estos trámites?
Nuestro apoyo al sector agroalimentario está fuera de toda duda y crece año tras año, como lo prueba el hecho de que, al cierre de 2023, Cajamar haya destinado al sector primario y a su industria más del 46 % de la nueva financiación empresarial concedida.
De otra parte, además de anticipar a agricultores y ganaderos los importes de sus solicitudes de ayudas a la PAC, aquellos clientes que domicilien el cobro y sus ayudas superen los 5.000 euros recibirán de manera gratuita una licencia del cuaderno digital CX Tierra, uno de los más sencillos y avanzados del sector, que ha sido desarrollado a iniciativa de Cajamar por Plataforma Tierra. Son dos buenos ejemplos de estas ayudas por las que me pregunta.
Otro de los retos del sector primario es el necesario relevo generacional. ¿Qué acciones y medidas lleva a cabo Cajamar para favorecerlo?
Nuestra actividad como entidad de crédito se materializa no sólo a través de la financiación que concedemos al sector. Contamos también con dos centros de investigación agroalimentaria propios para la investigación y transferencia de conocimiento a empresas, cooperativas y productores.
Y junto a nuestra incubadora y aceleradora de empresas Cajamar Innova, a la que me he referido antes, hemos creado Plataforma Tierra, una comunidad de conocimiento desde la que informamos sobre la situación de los mercados, facilitamos estudios y publicaciones agro y promovemos la formación y la digitalización del sector. Todas estas medidas están orientadas a garantizar el futuro del sector primario, poniendo a disposición de nuestros jóvenes agricultores las herramientas y marcando la hoja de ruta que contribuye al relevo generacional que, por supuesto, consideramos imprescindible para la soberanía alimentaria y la sostenibilidad de nuestra sociedad.
En el ámbito rural, también existe cierta preocupación por la pérdida de oficinas en los pequeños municipios, máxime en un sector en el que no cesan las fusiones y concentraciones empresariales.
En Cajamar mantenemos una vocación de atención y cercanía hacia el ámbito rural. Tenemos 1.000 oficinas y ventanillas rurales en toda España, de las que el 43 % se encuentra en localidades de menos de 10.000 habitantes y el 31 % en poblaciones de menos de 5.000 habitantes. Lo cierto es que las empresas y profesionales, tanto en el medio urbano como en el rural, utilizan ya preferentemente la banca digital, la banca electrónica, para sus operaciones. De nuestros 3,7 millones de clientes, más de un millón son ya clientes digitales que lo que nos demandan hoy día es un servicio financiero digital de calidad.
Ahora bien, también es verdad que en el proceso de transición que estamos viviendo no podemos dejar aislados y generar exclusión financiera a las personas mayores de 70 años que son las que tienen más dificultades para adaptarse a los nuevos medios digitales, y necesitan ser atendidas con un servicio presencial. Y nuestro compromiso es cuidar este servicio siempre que sea posible.