“Estamos a la cola en sanidad animal respecto a otras Comunidades Autónomas, siendo los mayores productores. Por tanto, necesitamos que la consejería apueste firmemente por nuestra ganadería”. Así de tajante se mostró ayer el presidente de Asaja Málaga, Baldomero Bellido, en una jornadas técnicas sobre el caprino celebradas en Casabermeja, en la que también dejó claro la necesidad de la Junta de Andalucía trabaje en un proyecto económico que permita a los ganaderos “trabajar bien y con seguridad”.
Otras de las solicitudes de la asociación agroganadera es un aumento de la indemnización por el sacrificio de hembras. “Necesitamos seriedad y agilidad en los pagos para que se queden las cabañas sanas y limpias lo antes posible, sin que se vea en este proceso gravemente comprometida la supervivencia del ganadero”, subrayó durante la clausura del encuentro.
En este sentido, el delegado de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible en Málaga, Fernando Fernández-Tapia, explicó que desde la administración andaluza se trabaja “con empeño”, para que se simplifiquen los trámites burocráticos y que se “refuercen” los recursos humanos para que se acorten las resoluciones de los ganaderos de la provincia. No obstante, aseguró que muy pronto se podrá declarar la provincia como indemne de brucelosis.
Precisamente esta enfermedad fue objeto de una de las conferencias, en concreto la del jefe de Departamento de Programas Sanitarios de la Consejería de Agricultura, Juan Manuel Sánchez Piris, que instó a las explotaciones caprinas a incorporarse al programa que lucha contra su extensión entre la cabaña: “Aunque sea algo voluntario, es muy importante para acabar con esta enfermedad, como se hizo con la brucelosis”.
Durante esta jornada técnica celebrada en Casabermeja, también se habló la extensión de norma y la labor que realiza INLAC (Organización Interprofesional Láctea) y sobre trámites ambientales en las explotaciones ganaderas. En opinión del ingeniero agrónomo del Departamento Técnico de Asaja Málaga, Luis Méndez, “los planes urbanísticos se vienen realizando sin pensar que en el campo existen agricultores y ganaderos que realizan una función fundamental para el mantenimiento del equilibrio y actividad en el suelo rústico”. Por ello desde la entidad consideran que las normativas de este ámbito deben reflejar las particularidades de la actividad ganadera. “Los trámites ambientales son otro escollo más que se le presenta al ganadero, en muchos casos la maraña burocrática traba las posibilidades de mejorar y crecer en un sector con unos márgenes limitados”, explicó.
