En los últimos años, las ferias de Sabor a Málaga se han convertido en uno de los mejores escaparates para los productos agroalimentarios de la provincia adheridos a este sello promovido por la Diputación. En un mismo espacio, el público podía conocer de primera mano quesos, vinos, productos cárnicos, verduras, dulces… de diferentes localidades para llevárselos a su casa. Una actividad que aglutinaba a cientos de vecinos y visitantes y que la crisis del Covid-19 está impidiendo celebrar. Sin embargo, en el organismo provincial no se dan por vencidos, poniendo ahora el punto de mira en las nuevas tecnologías para continuar la promoción del sector hasta que se recupere la ‘vieja normalidad’.
¿Qué nivel de negocio se puede perder en una feria Sabor a Málaga como la de Antequera, al no poder celebrarse este año la Feria de Primavera?
Era lógico que, en esa situación de pandemia, el alcalde de Antequera decidiera suspender la Feria de Primavera y, con ella, todos los eventos vinculados como Agrogant o la Feria Sabor a Málaga. Una medida que, estoy seguro, comprendieron todas las empresas y productores adheridos a la marca promocional de la Diputación aunque, no por eso, supusiese un varapalo. Normalmente, en cada una de las ferias comarcales que realizamos desde Sabor a Málaga, la facturación de cada participante suele rondar en torno a los 1.000 o 1.200 euros entre los tres o cuatro días que dura; lo que sin duda es un buen impulso económico para estas empresas en momentos del año que no son de temporada alta para ellos. Este tipo de ferias les supone también una importante ocasión para establecer contactos comerciales y que sus productos o marcas tengan una mayor repercusión. El dato positivo con el que me quedo es que casi el cien por cien de los productores ya nos han comunicado que están deseando que regresemos con fuerza y participar en la del 2021.
¿Está previsto, si las condiciones sanitarias lo permiten, trasladar la fecha de celebración para este verano o al otoño?
Es una opción que está encima de la mesa, pero la amenaza de nuevos rebrotes o incluso de una segunda ola de contagios nos hace ser prudentes. En cualquier caso, siempre sería en coordinación con el ayuntamiento. Sí estamos barajando como una opción más acertada el optar por ferias virtuales, en las que potenciaremos el ‘networking’, para facilitar los contactos entre productores y hosteleros. Igualmente, estamos diseñando otras acciones comerciales y promocionales para la comarca que, estoy seguro, también serán un incentivo económico para las empresas, establecimientos hosteleros y productores.
Somos muy conscientes del agravio comparativo que pudiera derivarse si celebramos unas ferias comarcarles y suspendemos otras, pero es una cuestión que no depende de nosotros sino de cómo avance la pandemia, si hay nuevos rebrotes y de las medidas que adopten las autoridades sanitarias. Por eso, este año, sólo podemos optar por la prudencia.
¿Se han previsto algún tipo de apoyos y ayudas a los productores adheridos a Sabor a Málaga?
Durante el propio confinamiento se han llevado a cabo diversas campañas de promoción para poner en valor los productos de la provincia y para animar a la población a que comprara ‘on line’ la despensa malagueña, que mucha está disponible a golpe de clic.
Como vicepresidente de la Diputación y responsable de áreas como Desarrollo Económico o Empleo, la prioridad es la recuperación económica de la provincia y para ello hemos diseñado un ambicioso paquete de medidas para inyectar de liquidez a nuestros autónomos y empresas y recuperar todo el empleo perdido. Estamos poniendo sobre la mesa 19,5 millones de euros de fondos propios y estamos movilizando otros 107 millones gracias a convenios con la Cámara de Comercio de Málaga y con la Confederación de Empresarios de Andalucía y la Sociedad de Garantías Recíprocas de Andalucía.
Hemos establecido una línea de ayudas de emergencia y subvenciones directas al sector agroalimentario de entre 3.000 euros para las empresas y en torno a 2.000 euros para los autónomos. También habrá ayudas para la contratación de parados de larga duración o de aquellos que hayan perdido su trabajo durante el estado de alarma: estas ayudas pueden llegar hasta los 13.200 euros para cada empresa por contrato. Tenemos, de igual modo, una partida destinada a subvenciones para pagar las cuotas de autónomos, durante 12 meses, para aquellos que se hayan visto obligados a interrumpir su actividad o que hayan visto mermada su facturación, esta ayuda llegará hasta los 3.434 euros anuales. El plan es ambicioso: iremos dando cuenta sucesivamente de todas las ayudas planteadas que, entendemos, van a lograr el objetivo de devolver a Málaga la senda perdida por la dichosa pandemia.
Además de aportar liquidez, entendemos que también es necesario trabajar en la concienciación social con campañas. Si los malagueños no miramos ahora por lo nuestro, ¿quién lo va a hacer? En ese sentido, estamos diseñando también unas futuras rutas Sabor a Málaga, para que los turistas y también malagueños vivan experiencias gastronómicas que consistirán en visitas a almazaras, granjas, bodegas o restaurantes, donde conocer la excelencia de nuestra gastronomía y podamos así fomentar el consumo de cercanía, el kilómetro cero especialmente en los municipios del interior con menos habitantes. Uno de los principales objetivos de la Diputación es combatir el fantasma de la despoblación. También estamos trabajando en nuevas líneas de negocio a través de convenios con medias y grandes superficies comerciales que abran nuevas oportunidades de venta a nuestras empresas.
Se trabaja en una alianza con otras 18 diputaciones para potenciar las marcas agroalimentarias y celebrar una feria gastronómica virtual, ¿qué fechas se barajan?
En este momento estamos en el proceso de búsqueda de proveedores de la tecnología para la organización de esa gran feria virtual en el que participarán las 18 diputaciones provinciales a través de sus marcas agro alimentarias. De momento no hay una fecha concreta sobre la mesa, aunque se está barajando que se celebre en otoño. También estamos barajando una posible feria presencial organizada por las propias diputaciones. Lo importante es que, por primera vez, las marcas agroalimentarias de 18 diputaciones de este país se han unido para poner en valor los productos autóctonos, la defensa de lo nuestro. Y eso es de resaltar. No competimos entre las distintas marcas provinciales, al contrario, somos aliados. Podemos sentirnos orgullosos de que Sabor a Málaga es pionera en España en la promoción agroalimentaria y una de las marcas más reconocidas en todo el territorio nacional. Esta alianza va a permitir a los productores malagueños la apertura de nuevos mercados en un contexto de crisis como el que estamos viviendo, lo que sin duda va a redundar en la recuperación del tejido productivo y en la dinamización de la economía de la provincia.
¿Cuándo podríamos ver una plataforma única donde comprar en una misma tienda virtual productos de Sabor a Málaga?
Esta es una de mis grandes apuestas para este curso; la puesta en marcha, antes de que acabe el año, de un ‘Market Place’, una plataforma de venta ‘on line’ donde se pueda adquirir toda la despensa de Málaga. Si algo nos ha demostrado el confinamiento es que la venta a través de Internet ha sido un salvavidas para la economía de muchas empresas y, desde Sabor a Málaga, queremos propiciar ese salto digital que necesita nuestra provincia.
Estamos explorando todas las posibilidades para acortar los plazos lo máximo posible, pero al ser un proyecto de envergadura necesitará un concurso público para seleccionar el proyecto que mejor se adecue a las necesidades de los productores adheridos a ‘Sabor a Málaga’.
En la actualidad, ¿cuantos productores o establecimientos de Antequera y su comarca cuentan con el sello Sabor a Málaga?
La comarca de Antequera es una de las que más empresas, establecimientos o productores aporta a la gran familia que supone Sabor a Málaga. De los 700 adheridos actualmente, casi un centenar pertenecen a la comarca antequerana. Y la variedad es extensa: desde bodegas, almazaras, empresas cárnicas, queserías, panificadoras o elaboradoras de dulces y mantecados tan propios de la zona.
