El pasado mes de octubre, la Oficina Comarcal Agraria (OCA) en Antequera vivía un cambio en su dirección con la entrada Juan de Lucchi. Natural de Málaga e ingeniero agrónomo de formación, el nuevo máximo responsable de la entidad ya era conocedor del sector primario en esta zona de la provincia ya que estuvo trabajando para Asaja Málaga, especialmente ayudando de cara a las campañas de la PAC. “He recorrido con mi coche haciendo solicitudes por muchos municipios”, asegura.
Antes de su paso por la organización agraria, de Lucchi pasó por el FEGA (Fondo Español de Garantía Agraria), en el que estuvo 4 años, tras aprobar las oposiciones de ingeniero agrónomo del Estado, y por la Dirección General de Producción Agrícola y Ganadera, tras aprobar también el proceso selectivo de la Junta de Andalucía para el Cuerpo Superior Facultativo de Ingenieros Agrónomos.
Apenas lleva unos meses al frente de esta oficina agraria, ¿cómo se ha encontrado en su llegada?
Estoy teniendo una adaptación muy buena a la OCA, porque hay un grupo espléndido. Nos encargamos de una labor muy sacrificada como es la agricultura y la ganadería, que no es comparable con ninguna actividad económica de hoy en día. Por ello la particular atención y servicios aquí en la comarca.
¿Cuál es la principal línea de trabajo que se ha marcado en estos primeros meses de trabajo?
En primer lugar, ayudar a mis compañeros. Aportarles todo lo que pueda y contribuir al agrado y satisfacción de los administrados. Y a nivel más personal, comprender y entender todas las preocupaciones de los agricultores. Es importante acompañarlos y guiarlos en su relación con la administración. Somos conscientes de que la visibilidad que tenemos ahora mismo no es del todo buena, ya que se nos asocia directamente a los controles, ayudas y correspondientes inspecciones y se nos ha quitado la relación al asesoramiento, a la asistencia técnica que se lo están proporcionado ahora pues las organizaciones profesionales agrarias como ASAJA, UPA…
Sobre todo quiero y queremos ayudar a eso, a servir de enlace para que vayamos todos a una: ayudar a agricultores y ganaderos que tienen una actividad muy difícil.
Uno de los grandes problemas a día de hoy, es el problema de la sequía, ¿qué medidas puede ofrecer la OCA para ayudar a mitigar estos problemas que tienen actualmente los ganaderos?
Actualmente, nosotros no tenemos competencias de agua como tal. El agua evidentemente es un problema muy serio, nos han pedido constantemente informes sobre la sequía desde la agencia GAPA [Gestión Agraria y Pesquera de Andalucía] desde la Consejería. Hemos visto que el agua ha ido a menos, muchos pozos se han quedado sin agua y la conductividad de ese agua ha subido. Esto evidentemente empeora la calidad, la producción, el final de los cultivos. Es cierto que nosotros hacemos controles para que el agua se use de forma sostenible, que no se consuma de forma descontrolada. En este sentido intentamos que cuando hacemos controles a personas que se sospecha que están haciendo uso ilegal, se inspeccionan pozos, se analiza que estén todos los papeles y autorizaciones correspondientes con las demarcaciones de agua. En muchos casos estos documentos no estén en regla y te ves en la desagradable tesitura de tener que garantizar que se use de forma controlada, y sobre todo autorizada por la Administración
El sector primario es uno en los que más está costando un relevo.
Los jóvenes ven el sacrificio que hay. Antes no había tantas opciones, pero ahora recurren a otros trabajos. Desde el ámbito administrativo y de la consejería damos la submedida 6.1 de ayudas a los jóvenes agricultores. Es una ayuda en la que se conceden 70.000 euros a fondo perdido en tres tramos. Pero los requisitos para acceder a esa ayuda son altos. Se espera que el joven agricultor se incorpore de forma profesional.
Estos requisitos son residir en la comarca, tener la tenencia de las tierras, tener una capacitación agraria, darse de alta en la seguridad social en la sección agraria, darte de alta también en la licencia ámbito empresarial en el sector agrario… Esta ayuda está enfocada en ese relevo generacional; es decir, retomar la actividad de los padres, ya que si no heredas difícilmente puedas tener acceso a esa actividad o bien puedas ser un gestor y tengas la capacidad de aglutinar una serie de superficies para que lleves esta actividad de forma empresarial y profesional. Si comparas lo que supone llevar a cabo esta actividad a lo que vendría ser trabajar en una oficina, requiere una serie de esfuerzos elevados, puntuales durante el año, cosechas concretas… es muy difícil sobre todo la planificación económica anual.
Los jóvenes se quejan también un poco de la burocracia A veces tramitar tantos documentos y licencias cuesta más de lo que piensan. ¿Qué le comentaría a esos jóvenes que se quejan de la burocracia?
Sobre todo que lo intenten, a pesar de toda la maraña de normativa que hay. Muchas veces lo hacemos muy difícil también la Administración; es cierto, pero que es una actividad bonita y que te puede ofrecer muchas otras cosas, más allá de una oficina, y que es muy diferente. Te concede la identidad al territorio, te aporta otra alternativa. Además, en cierto caso, soy de aquellos que piensa que la proactividad siempre y cuando mantengas unos mínimos de ingresos agrarios te permite compatibilizarlo con otras actividades. En ese sentido lo veo una buena alternativa a una sociedad cada vez más terciarizada y, además, al difícil acceso a la vivienda que tienen las grandes ciudades y la problemática de acceder a ciertos puestos de trabajo…
Muchas veces cuando los particulares vemos noticias relativas a la agricultura, a la PAC, nos perdemos a veces, ¿Cómo explicaría de una forma sencilla qué es la PAC y por qué ha habido esa reticencia aquí en Andalucía con la última propuesta que hizo el Ministerio?
La PAC, por decirlo de forma resumida, es una ayuda a la renta de los agricultores. Es una ayuda que se concede para mantener la actividad agraria, que es una actividad muy difícil de mantener. Requiere de mucho sacrificio, viene una vez al año la producción y, además, los agricultores son los mayores mantenedores del mundo rural. Son los mayores gestores de nuestra superficie agrícola, mantienen el territorio, los cultivos y la mitigación al cambio climático.
Muchas veces no se les da la importancia que tienen. ¿Cómo se le puede exigir tanto a una actividad siendo la que más absorbe el cambio climático? Luego se les pone unas trabas burocráticas muy grandes. Eso desincentiva la actividad agrícola y lo que se promueve es más hacia una ampliación de las grandes empresas y que la gente abandone el campo. Hay que retomar la esencia de la PAC, que es la ayuda a mantener la agricultura.
La PAC se da desde que finalizó la Segunda Guerra Mundial, y actualmente representa el 33% del presupuesto de la Unión Europea, que es lo que marca el plano financiero plurianual.
Querer una alta profesionalización también puede echar a mucha gente para atrás, ¿no?
Lo que quiere la Comisión Europea, al final, es tener toda la actividad monitorizada, Es decir, que Bruselas quiere tenerlo y saberlo todo al alcance de un botón y eso es muy difícil. Como ya he dicho, es una actividad muy dura. Hay muchos agricultores que tienen un gran apego a la identidad de la zona en la que han nacido, que eso no te lo puede quitar nadie, y quieren mantener la actividad de sus familiares y en ese sentido no te lo pueden quitar.
