La Diputación de Málaga tiene en marcha la novena edición del Plan Primera Oportunidad, al que destina este año 1,7 millones de euros para facilitar la contratación de un centenar de titulados menores de 30 años o de 35 en el caso de personas con diversidad funcional, por un periodo de 6 a 12 meses.
En concreto, del total de la cuantía 1,1 millones se han reservado para personas que han concluido sus estudios universitarios y el resto para quienes han hecho lo propio en ciclos formativos.
La subvención solicitada por empresas y autónomos permite subvencionar el 85% del coste salarial y de la cuota de la Seguridad Social si la actividad económica se realiza en un municipio menor de 20.000 habitantes y del 70% si se trata de una localidad mayor.
Las ayudas Plan Primera Oportunidad 2025 se concederán en régimen de concurrencia no competitiva; es decir, que si cumplen con los requisitos se aprobarán orden de presentación hasta agotar presupuesto; siendo, en todo caso, el plazo límite para la presentación de solicitudes hasta el 22 de diciembre.
“Contribuimos a captar, promover y retener el talento, que es uno de los desafíos de todas las sociedades modernas; ayudamos a crear empleo de calidad en el sector juvenil; avanzamos en la lucha contra la despoblación, porque las subvenciones llegan a empresas de toda la provincia; fomentamos el empleo femenino cualificado, ya que son más las mujeres que los hombres contratados, y fortalecemos el tejido empresarial malagueño, que se nutre de profesionales muy válidos, a los que sólo les hacía falta un poco de tiempo, una oportunidad, para aprender y demostrar su valía”, explicó el presidente de la Diputación de Málaga, Francisco Salado, en la reciente presentación de este este programa, junto al presidente de la Confederación de Empresarios de Málaga, Javier González de Lara; el rector de la Universidad de Málaga, Teodomiro López, y el rector de la UNED, Luis Grau.
Como recordó Salado, estas contrataciones, además, se mantienen en el tiempo, ya que más de la mitad de las personas contratadas continúan en esas empresas una vez que acaba el programa y otras muchas, hasta el 80%, siguen trabajando en otras empresas de su sector o montan sus propios negocios. Además, incidió en que este plan es “una evidencia más de que nuestra apuesta por la colaboración público-privada funciona”.
El presidente de la CEM, afirmó que el Plan Primer Oportunidad se trata de un proyecto “pionero” y “estratégico”, que tiene un efecto directo en el desarrollo económico y social de la provincia; mientras que el rector de la Universidad de Málaga, confió en que este sea un programa de largo recorrido, subrayando la importancia de que los contratos cubran “todos los ámbitos del conocimiento”. Por su parte, el rector de la UNED, resaltó los resultados “más que satisfactorios” de esta iniciativa, ya que facilitar el primer empleo a los jóvenes mejora su desarrollo profesional y personal.
El Plan Primera Oportunidad se puso en marcha en 2016, contribuyendo desde entonces a 692 empleos de jóvenes de la provincia, 521 con titulación universitaria y 171 de FP, con una inversión total de 11,5 millones de euros.
El pasado año se firmaron gracias a este programa 94 contrataciones: 62 universitarios y 32 de FP. Las subvenciones llegaron a empresas y autónomos radicados en Antequera, Alhaurín de la Torre, Benalmádena, Casabermeja, Cuevas de San Marcos, Fuengirola, Málaga, Marbella, Mijas, Monda, Ojén, Periana, Rincón de la Victoria, Torremolinos y Vélez-Málaga.
De esta 94 contrataciones, un total de 78 fueron de jornada completa y 16 de jornada parcial, y 91 fueron por un año y sólo 3 por menos de un año (podían ser de 6 a 12 meses).
Entre los graduados universitarios, los más demandados fueron los graduados en Marketing, Relaciones Públicas y Publicidad; las ingenierías de mecánica y tecnologías industriales; y Administración y Dirección de Empresas, Economía y Finanzas. Y entre los titulados en FP, las ramas de Administración y Gestión, Informática y Comunicaciones y Automoción.