En los albores del siglo XXI, un grupo de agricultores de la comarca de Antequera decidieron que había que poner en valor el aceite de oliva virgen extra (aove) que producían. Ese zumo de una fruta que lleva siglos cultivándose en esta zona del norte de la provincia de Málaga, como lo demuestran los restos arqueológicos encontrados en las diferentes villas romanas halladas en tierras de Antikaria y su entorno, en las que parte de la producción agropecuaria se dedicaba al ‘oleum hispanicum’.
Con la Historia de su parte y una cultura oleícola con milenios de antigüedad, tocaba poner negro sobre blanco las cualidades de un aove que presenta unos aromas de frutados marcados, un índice de amargor y picante medio/alto equilibrado y con unos aromas que, en función de la variedad predominante -hojiblanca, en la mayoría de los casos, aunque también está presentes otras como picual o aberquina-, recuerdan a la hierba recién cortada, a plátano y otras frutas maduras, o a la planta del tomate.
Fue un trabajo que se prolongó durante cinco años, recopilando documentación y elaborando “un pliego de condiciones bastante riguroso y exclusivo” que dio su fruto en 2005 alcanzando la buscada denominación de origen, como recuerda el actual presidente del Consejo Regulador de la DOP Antequera, Benito Avilés. El primero fue Juan Romero, de la SCA Olivarera La Purísima, de Archidona; a quien sustituyó Antonio Casasola, de la SCA San Benito, misma cooperativa de la que está también al frente Avilés, en el cargo desde el año 2020.
Tras aquel logro, con el que se puso de manifiesto la excelencia del único aove de Málaga con este sello de calidad diferenciada, que la DOP Antequera haya cumplido 20 años es “un orgullo” para los más de 5.000 agricultores y 14 cooperativas que forman la ‘familia’ de la DOP Antequera. También es “la consolidación de la calidad” de unos aceites nacidos a lo largo de más de 42.000 hectáreas del norte de la provincia de Málaga.. y un poco más. Y es que, además de abarcar el término municipal de la cabecera y de Alameda, Almargen, Archidona, Campillos, Cañete la Real, Cuevas Bajas, Cuevas de San Marcos, Fuente de Piedra, Humilladero, Mollina, Sierra de Yeguas, Teba, Villanueva de Algaidas, Villanueva de la Concepción, Villanueva de Tapia, Villanueva del Rosario y Villanueva del Trabuco, también hay que incluir a la vecina localidad cordobesa de Palenciana.
Objetivos: nuevas marcas con el sello DOP Antequera y aumentar la comercialización
Tras estas dos primeras décadas luchando por dar a conocer esa calidad diferenciada, uno de los retos actuales en la DOP es seguir elevando los niveles de comercialización y abriendo nuevos mercados. Internos, mostrando al consumidor los beneficios del consumo del mejor aceite de oliva virgen extra que se hace en esta tierra, y presentándolo en los lineales de la mano de marcas reconocibles, caso de Dcoop Selección, firma comercializadora de esta denominación de origen protegida, o Torcaoliva Selección, propia de la cooperativa Nuestra Señora de Los Remedios de Antequera. Y a estas marcas se quieren sumar otras de la comarca, con propuesta ya sobre la mesa de San Benito Selección.
En los externos, desde hace años la DOP Antequera ya puso una pica en el continente asiático. De hecho, el interés mostrado en China antes de la pandemia la Covid-19 llegó a acaparar la inmensa mayoría de la producción, pero cambios que han afectado a los consumos en este país hicieron continuar el rumbo hacia el este, llegando ahora a Corea del Sur y Japón. Unos países donde si un producto agroalimentario cuenta con un sello de calidad, eleva su valor añadido y es más apreciado por los consumidores. Sobre todo, si a ello se le suma propiedades beneficiosas como ser rico en antioxidantes, como la vitamina E y polifenoles, y grasas saludables como el ácido oleico, que ayudan a regular el colesterol. “El aceite de oliva es salud”, recuerdan desde el Consejo Regulador.
