Con motivo del centenario de la creación de la marca de vinos ‘Málaga’, el Consejo Regulador de las Denominaciones de Origen Málaga, Sierras de Málaga y Pasas de Málaga ha organizado una serie de actividades socioculturales a lo largo de este año, tanto en la capital como en otros puntos de la provincia, entre ellos Antequera.
El programa arranca con dos visitas guiadas teatralizadas en Málaga, y también contará con catas, jornadas enológicas, exposiciones y conferencias, las que ofrecerá Leonardo García Sanjuan, director del equipo investigador del Conjunto Arqueológico Dólmenes de Antequera, conectando el vínculo histórico del territorio con la producción de vino.
‘Encuentro y cata en el Cerro de Menga’ es el nombre de esta actividad que tendrá lugar en el conjunto dolménico el 27 de septiembre y que será cubierta por el director de cine Eterio Ortega, documentalista y ganador de la Biznaga de Plata en el Festival de cine de Málaga 2024.
Un siglo de historia de los vinos ‘Málaga’
Fuel el 5 de febrero de 1924 cuando la Asociación Gremial de Criadores y Exportadores de Vinos de Málaga inscribió la marca ‘Málaga’ en la Oficina de Patentes y Marcas, publicándose finalmente el 16 de marzo de ese mismo año en el Boletín Oficial de la Propiedad Industrial. “Este hecho consiguió la protección jurídica de los vinos de Málaga, el cual era imitado recurrentemente debido a su prestigio, llegando a alcanzar su máxima protección en el año 1932 con la creación de la Denominación de Origen “Málaga”, lo que la convierte en una de las denominaciones de origen pioneras en Europa”, como explica el Consejo Regulador.
Desde esta entidad recuerdan que el cultivo de la vid y la elaboración de vinos están vinculados a la provincia desde hace seis mil años, siendo la viña y el vino vertebradores culturales y socioeconómicos de diferentes municipios, como es el caso de Mollina, que concentra buena parte de este cultivo en la comarca de Antequera, que también se puede ver en el municipio de Fuente de Piedra.
“La vitivinicultura malagueña es heredera de una tradición que ha evolucionado hasta nuestros días, manteniendo sus señas de identidad sin renunciar a la innovación, haciendo posible la elaboración de unos vinos diversos y únicos”, asegura el Consejo Regulador.