La construcción de las viviendas sociales que el Ayuntamiento de Antequera está construyendo en el Camino de la Campsa, donde se van a realojar a 9 familias cuyas viviendas del barrio de Veracruz sufrieron daños estructurales hace más de una década, está punto de finalizar: tan sólo quedan algunos detalles finales como terminar de pintar.
Una vez se cuente con la cédulas de habitabilidad, la Administración municipal comenzará a preparar los compromisos de permuta con los afectados, para que no les suponga ningún coste su traslado a estos inmuebles. Una vez esté realizado este último trámite, los inmuebles dañados del tercer callejón de Esparteros pasarán a ser propiedad del Ayuntamiento, que se encargará de su derrumbe y del posterior desarrollo del proyecto de regeneración urbana de este punto de Veracruz.
La idea es que este verano ya puedan estar instaladas las familias afectadas. “Espero que no haya demasiadas trabas. Los expedientes administrativos, cuando se trata de permutas, cesiones… entre la administración y un privado, eso normalmente supone informes jurídicos y de todo tipo que al final puede llegar a enmarañar un poco, pero estamos dispuestos a salvar los obstáculos lo más rápidamente posible”, ha explicado este lunes el alcalde Manolo Barón durante una visita a las viviendas, en las que ha estado acompañado, entre otros, por la consejera de Fomento de la Junta de Andalucía, Marifran Carazo.
El primer edil se ha mostrado muy satisfecho de ver el proyecto está en su fase final, máxime porque “ha costado muchísimo trabajo” poner de acuerdo tres administraciones: Ayuntamiento, la Junta de Andalucía y el Gobierno central. En este sentido, la consejera ha puesto a este proyecto como ejemplo de la colaboración institucional y lo considera “modelo de éxito para exportar a otros municipios”.
Según ha informado Carazo, en la actualidad la Consejería está trabajando para desbloquear las transferencias de la Administración regional que deben llegar a las arcas municipales para terminar de concluir todo el proyecto, incluyendo la regeneración urbana en el barrio de Veracruz. Por una parte, el Estado aportaba unos 343.000 euros, mientras que la Junta se comprometió en el convenio suscrito a ayudar con 536.000 euros. “No puede ser que una promoción de estas características, con el objeto social tan importante que tiene, sea la propia Junta la que ponga trabas. Tiene que ser una administración aliada y en lealtad con el Ayuntamiento”, ha comentado la consejera.
La Administración municipal también está preparando la documentación para ceder otras dos viviendas a Adipa, para su uso como pisos tutelados para adultos discapacitados; así como para poner a la venta la tres restantes que pondrá a la venta: los dos áticos y un piso de la primera planta -con aparcamientos incluidos-, cuyo precio rondará los 125.000 euros, en función de los metros cuadrados.
