El turismo de interior en la provincia cerró 2024 con cifras históricas en rentabilidad, empleo y calidad turística, según la contabilidad de Planificación y Turismo Costa del Sol. Y es que, unos 1.388.000 turistas eligieron el interior de Málaga para sus vacaciones, lo que supone un crecimiento del casi el 2% respecto al año anterior, siendo una décima parte del total de viajeros que llegaron a la provincia, la cifra más alta de la historia para este segmento. Y todo ese conjunto de personas generaron un impacto económico de 1.792 millones de euros, lo que supone un aumento del 21% respecto a 2023. Además, el empleo vinculado al turismo de interior ha crecido prácticamente un 38%, alcanzando los más de 18.700 puestos de trabajo.
Estos últimos crecimientos son muy superiores a los del conjunto del turismo en la provincia, donde los ingresos aumentaron casi un 11% y el empleo un 7%, lo que para este organismo dependiente de la Diputación de Málaga confirma que el turismo de interior no solo crece, sino que lo hace con una rentabilidad y un dinamismo extraordinarios.
«Estos resultados confirman que nuestra estrategia es acertada. Seguimos priorizando la calidad frente a la cantidad, generando un impacto positivo en las economías locales y promoviendo el empleo estable y de calidad. Además, el turismo de interior es una herramienta fundamental para combatir la despoblación y garantizar oportunidades en los municipios del interior”, manifestó ayer el presidente de la Diputación de Málaga y máximo responsable de Turismo Costa del Sol, Francisco Salado en la presentación de los datos que dejó el segmento el pasado año.
Entre ellos, que la estancia media de los turistas en el interior de la provincia fue de casi 7 días, aumentando un 0,58 días respecto a 2023, y que el gasto medio por visitante se ha elevado a 142,43 euros, un 18,2% más que el año anterior.
En este sentido, Málaga se sigue consolidando como referente del turismo de interior en Andalucía, acogiendo 3 de cada 10 viajeros que buscan este segmento en la comunidad y generando más de la mitad de todas las pernoctaciones rurales de la región: concretamente el 53,6%. De hecho, la oferta alojativa supera un tercio del total andaluz, superando en volumen la suma de Almería, Córdoba, Huelva, Jaén y Sevilla juntas.
Actualmente, el interior de la provincia cuenta actualmente con 8.139 establecimientos y más de 66.000 plazas, lo que supone un crecimiento cercano al 10% respecto a 2023. Casi la mitad de las plazas están en casas y viviendas turísticas rurales (31.568), en viviendas con fines turísticos hay 18.375 y las 6.700 restantes están en hoteles. En conjunto, estos alojamientos representan el 10% de la oferta reglada de toda la provincia, como apunta el organismo supramunicipal.
Aunque los alojamientos rurales tradicionales han recibido 143.600 viajeros, lo que supone un descenso del 23,7% respecto a 2023, las pernoctaciones han aumentado un 1,2%, alcanzando las 736.700 noches; lo que refleja una tendencia hacia estancias más prolongadas y una mayor diversificación en las opciones de alojamiento para Turismo Costa del Sol.
En lo que respecta a la valoración, los turistas que visitaron el interior de Málaga en 2024 otorgaron un sobresaliente a su experiencia, lo que reflejan la alta calidad de un destino que ofrece entre su atractivos enclaves como el Caminito del Rey -cuyo recorrido está previsto ampliar– el Puente del Saltillo o proyectos como el Corredor Verde del Guadalhorce, y la Gran Senda de Málaga.
“La provincia sigue ofreciendo experiencias únicas, diversas y sostenibles que destacan nuestro patrimonio natural y cultural. Además, el turismo de interior es clave para el equilibrio territorial, ayudando a retener población en los pueblos, generar riqueza y crear empleo. Este reconocimiento por parte de los visitantes es el mejor aval para seguir apostando firmemente por este segmento”, afirmó Salado.
