“En ningún momento se ha querido excluir a ningún fabricante”. Así de tajantes se muestran desde la Asociación Pro-Mollete de Antequera para responder a los empresarios que también elaboran este pan típico de la localidad y que han criticado la Indicación Geográfica Protegida (IGP) que se está impulsando en la actualidad.
Estos fabricantes que no forman parte de la entidad consideran que el hecho de que sólo Horno El Antequerano y Mollete San Roque promuevan la iniciativa vulnera las normativas sobre libre competencia. Incluso desde Padepan, uno de los productores que se han quejado al respecto, hablan incluso de que han sido vetados del proceso.
La versión de la Asociación Pro-Mollete de Antequera es diametralmente opuesta y apuntan por a una falta de compromiso de las compañías convocadas en su día a participar de esta iniciativa. Como recuerdan, el origen del proceso está en un reunión organizada por el Ayuntamiento en el año 2004, donde participaron hasta 18 fabricantes de pan, “de la que varios no eran fabricantes de Mollete de Antequera”. Tras este encuentro, la asociación se constituyó con sólo 7 socios, pero con el paso de los años sólo han permanecido dos, “que tras un gran esfuerzo, tanto de tiempo como económico y con la ayuda de profesionales y centros de investigación externos, especialistas en panificación y caracterización de productos agroalimentarios tradicionales, han conseguido que la tramitación de la IGP Mollete de Antequera esté en su última fase”.
En este sentido, para la entidad “resulta, cuando menos curioso”, que ahora haya fabricantes que se muestren en contra de esta iniciativa -acudiendo incluso a la Comisión Nacional de la Competencia, la Diputación de Málaga o el Parlamento Europeo- “cuando tuvieron la oportunidad de ejercer oposición en su día y no la ejercieron”, una vez la solicitud se publicó en el Boletín Oficial del Estado en octubre de 2017. Ya en febrero de 2018, la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía dio el visto bueno a la IGP, permitiéndose así inscribirla en el Registro Comunitario, fase en la que se encuentra actualmente tras la remisión del expediente a la Comisión Europea a finales del año 2018.
Los fabricantes en contra de la IGP que se está impulsando en la actualidad temen que, una vez se constituya el Consejo Regulador, se impida a otras empresas “poder acceder a un determinado sector del mercado”. Sin embargo, como apunta la Asociación Pro-Mollete de Antequera, dicho organismo oficial se encuentra obligado a admitir cualquier solicitud de inscripción, siempre y cuando se cumpla el pliego de condiciones que ya ha sido respaldado por la Junta, el Gobierno central y está a la espera del visto bueno de la Unión Europea.
