A unos cinco kilómetros del casco urbano de Teba, en el paraje de La Pastrana se encuentra la necrópolis de La Lentejuela. Este conjunto de construcciones megalíticas, considerada la mayor concentración de este tipo de sepulcros prehistóricos de la provincia de Málaga, cuenta con un dolmen con más de 5.000 años de antigüedad, siendo “uno de los dólmenes más monumentales y completos de toda Andalucía”, según el director del Museo Histórico Municipal, Serafín Becerra, y codirector del grupo de investigación Thalassa (HUM-1127) de la Universidad de Cádiz (UCA), junto a Eduardo Vijande, en el marco del proyecto ‘Monumentalidad, tiempo y sociedad. El fenómeno megalítico en la necrópolis de La Lentejuela’.
Este megalito tiene 13 metros de longitud y presenta “una compleja compartimentación interna”, registrándose varios osarios y ajuares de prestigio elaborados en materias primas como marfil, ámbar o conchas marinas, además de “sofisticadas” piezas de sílex, como puntas de flecha, láminas de gran formato y una alabarda “excepcional”, según ha dado a conocer este lunes la UCA.
Desde el equipo investigador apuntan a que el hallazgo ofrece información clave sobre las prácticas funerarias y las redes de intercambio en el sur peninsular durante el III milenio a.C. En este sentido, para Vijande, “el auténtico potencial” del Dolmen I de la necrópolis de La Lentejuela de Teba “es su extraordinario estado de conservación, que nos permitirá conocer con gran detalle los modos de vida y las creencias de estas comunidades”.
Además, desde el grupo de trabajo destaca también el valor simbólico de los objetos hallados. Tal y como explica el profesor Juan Jesús Cantillo, de la UCA, “la presencia de conchas marinas en un territorio de interior refleja la importancia del mar como elemento de prestigio y la existencia de redes de intercambio a larga distancia”.

Investigadores de la Universidad de Cádiz llevan trabajando en la necrópolis de La Lentejuela desde 2021, y a lo largo de cuatro campañas de excavación, los arqueólogos han podido documentar una tumba “de gran monumentalidad y un estado de conservación excepcional”.
Este último proyecto cuenta con la financiación del Ayuntamiento de Teba, el apoyo logístico y de equipamiento de la UCA y la colaboración de la Fundación Palarq, en los análisis arqueométricos. En el equipo permanente de trabajo de esta segunda campaña han estado además de Becerra, Vijande y Cantillo, los doctorandos Alejandro Muñoz y Jesús Corrales, y Adolfo Moreno, profesor de Prehistoria de la Universidad de Almería. Asimismo ha colaborado alumnado: Pablo Aguilar, Ana Ruíz, María del Carmen López, Laura Guilloto, Isabel Muñoz, Paula Luque, Manuel López, Pilar Martínez y Nieves Suplet.