La Junta de Andalucía ha licitado por casi 57 millones el nuevo tramo de 4,2 kilómetros para continuar convirtiendo en autovía la carretera A-357, comprendido entre el final de los ramales del enlace de Casapalma -en el municipio de Cártama-, ya construido, y Cerralba -en el municipio de Pizarra-. Hasta el próximo 30 de septiembre tienen de plazo para presentar sus ofertas, a través del portal electrónico de la administración autonómica (Sirec), las empresas interesadas en ejecutar las obras de este nuevo proyecto para avanzar en el eje Málaga-Campillos-Ronda.
Como recuerda la Administración autonómica, el trazado de la autovía va en variante, durante buena parte en paralelo a la carretera existente, que se mantendrá como vía de servicio y acceso a propiedades colindantes. Sólo se desviará del trazado original para cruzar el río Grande a través de un viaducto de 250 metros y se conecta en Pizarra con la actual carretera a través de una nueva glorieta, quedando el futuro enlace para el siguiente tramo de autovía, entre los anejos pizarreños de Cerralba y Zalea, que está en fase de redacción del proyecto por 258.700 euros.

Para la consejera de Fomento, Rocío Díaz, este nuevo paso, “desbloquea una autovía clave para reforzar las comunicaciones de todos los municipios del Valle del Guadalhorce con Málaga capital y la Costa del Sol” y recuerda que, a la hora de retomar el desdoblamiento de la A-357, tuvieron que empezar prácticamente de cero, al encontrarse “un proyecto antiguo, que no sólo debíamos actualizar, sino que además debía superar nuevamente el trámite ambiental”.
La carretera A-357 pertenece a la Red Básica de Articulación de la Red Autonómica de Carreteras de Andalucía y se prolonga a lo largo de 69 kilómetros de longitud, desde las inmediaciones de Campillos hasta Málaga, aunque sólo es autovía en los últimos 21 kilómetros, desde la capital hasta Casapalma, con picos de tráfico que superan los 80.000 vehículos al día.
Con este nuevo proyecto, la Junta busca dar continuidad a la denominada autovía del Guadalhorce, que se enmarca en un plan de autovías que ha impulsado para la reactivación de infraestructuras viarias que se habían paralizado hace más de una década, de cara a la mejora de la vertebración de la región, con un montante global superior a los 200 millones de euros.