Hace una década que el Puerto Seco de Antequera debería de haber estado en marcha. Al menos esas eran las intenciones cuando en 2005 se constituyó la Sociedad Puerto Seco de Antequera, con el respaldo de compañías como Acotral, Grupo Vivencia o Covalco, y liderada por Saúl Minguela. En el calendario inicial estaba previsto contar con el Plan Especial y el proyecto de urbanización un año más tarde. Incluso en 2007 tener espacios acabados para comenzar su comercialización, de cara a la entrada en servicio en 2008 de un área logística que iba a ocupar unas 160 hectáreas.
Sobre el papel, el proyecto ha ido creciendo por encima de las 330 hectáreas. En la práctica ni siquiera se han licitado aún las obras para la construcción de la primera fase. De hecho, no fue hasta el pasado mes de septiembre cuando la Junta de Andalucía aprobó el Plan de Ordenación. Superado este trámite, el compromiso de la Administración autonómica es licitar las obras antes de que finalice este año e iniciar los trabajos a comienzos de 2019.
Este nuevo plazo supuso medio año de retraso respecto al anuncio que ya hiciera el consejero de Fomento, Felipe López, en el Parlamento Andaluz en julio de 2017. Ni siquiera se ha cumplido lo que ya dijo en una visita a Antequera a comienzos de 2018: que la licitación se haría este verano.
Estos dos últimos retrasos se suman a la lista que viene acumulando la Junta en los últimos siete años. La primera idea fue comenzar las obras en 2011, aunque pasados los meses se tuvo que posponer e ir redactando en 2012 el Plan Especial de Ordenación, mientras el proyecto de actuación del Área Logística salía a información pública en aquel otoño. Aún así, no sería hasta febrero de 2015 cuando se diera el visto bueno a este último trámite y se declaraba el proyecto de interés autonómico. En aquellos momentos, en la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio mantenían el optimismo en cuanto al desarrollo del proyecto y apuntaron que las obras se iniciarán en el primer semestre de 2016. Pero los cálculos volvieron a errar: para esa fecha, sólo se contaba con la aprobación inicial.
