La sede social de Dcoop en Antequera ha acogido este miércoles la presentación de resultados del grupo operativo Innovalmendro, de innovación en gestión de maquinaria de aplicación de productos fitosanitarios para un cultivo de almendro sostenible, cuyo principal objetivo ha sido desarrollar un atomizador específico para adaptarlo a explotaciones de este especie leñosa.
“En los cultivos leñosos, la máquina de aplicación a la copa es fundamental. Y que esa máquina desarrolle bien su trabajo es clave para que el tratamiento sea efectivo. Históricamente ha sido un error usar máquinas que venían de otros cultivos para generar los fitosanitarios”, ha explicado Gregorio Blanco, catedrático de Ingeniería Agroforestal en la Universidad de Córdoba, quien ha ofrecido una ponencia sobre la evolución, perspectiva y resultados de este proyecto, junto a Javier López, técnico de Dcoop.
Este nuevo tipo de atomizador incorpora una serie de sensores y de tecnología que permiten la regulación automática y la aplicación de los fitosanitarios en función del tamaño del almendro y del volumen de la copa. “La máquina se puede adaptar a distintos tipos”, ha comentado Blanco, para quien era necesario desarrollar esta herramienta, especialmente dado el aumento de este “cultivo de alto valor” experimentado en los últimos años. “El rey de estos cultivos es el olivar, pero hay que diversificar y el almendro se ha convertido en muchas zonas de Andalucía en un cultivo muy implantado. Pero, a diferencia del olivo, el almendro es más complicado desde el punto de vista de los tratamientos fitosanitarios y el cultivo es más delicado”.
Para desarrollar este proyecto, que se ha prolongado durante los dos últimos años, la Junta de Andalucía ha aportado una subvención de 287.000 euros, procedentes de los fondos al desarrollo rural FEADER -sufragados en un 90% por la Unión Europea y en un 10% por la Administración regional-. Una ayuda que para el delegado territorial de Agricultura en Málaga, Fernando Fernández, pone de relieve la importancia de la instituciones comunitarias en el desarrollo de las políticas agrarias. Además, desde el Ejecutivo andaluz “consideramos de vital importancia” este tipo de grupos operativos, máxime de la colaboración que existe entre instituciones investigadoras y el sector primario privado, como ha incidido el delegado. Y es que además de la Universidad de Córdoba y Dcoop, también son miembros de Innovalmendro el Campus de Excelencia Internacional Agroalimentario (ceiA3), Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía y las empresas CSG INGENIERÍA y Osuna Sevillano.
Precisamente, el presidente de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, Carlos Cintas, ha querido destacar la “firme apuesta” de la entidad en la innovación agrícola, formando parte de una veintena de proyectos.
En esta misma línea, el director general de Dcoop, Rafael Sánchez de Puerta, ha querido hacer hincapié en el hecho de que esta cooperativa de segundo grado “tiene cada vez más peso en la investigación”, tanto con su propio departamento de I+D-i y participando en diversos grupos operativos en los últimos años. Y a ello ha añadido el hecho de que el grupo es “casi la empresa de referencia en el sector de la almendra”, con las últimas inversiones hechas para poner en valor este fruto mediterráneo, exportándolo a diversos países como Estados Unidos -el principal productor del mundo-, India o China.