‘Sabor a Flavia’ es el nombre de la ruta de tapa que Cañete la Real ha organizado del 20 al 22 de junio, dentro de su Semana Cultural, con la que se quiere recordar el pasado romano y la localidad que en su día se fundó en el siglo I en la zona en la que hoy se encuentra este municipio: Flavia Sabora.
Así, a partir del jueves, vecinos y visitantes de esta localidad de la zona del Guadalteba podrán disfrutar en más de una decena de ‘popinas’ y ‘tabernas’ del municipio de una ‘flavia’, nombre con el que se ha bautizado a la caña de cerveza y degustar montaditos ‘vespasianos’.
Ese mismo días, a las 17:00 horas, comenzarán los ‘Ludus Flavia’, talleres infantiles sobre juegos y costumbres de la antigua Roma en los que, entre otras actividades, los participantes podrán crear prendas para posteriormente ataviarse y recrear estampas romanas.
Y el sábado, a partir de las 12:00 y hasta las 14.30 horas tendrá lugar la actividad ‘META Sabora Flavia’: un viaje virtual interactivo en el que, a través de una gafas de realidad virtual, los usuarios se transportarán a la época de Flavia Sabora.
‘Sabor a Flavia’ también nace como una primera acción promocional para poner en valor los restos arqueológicos que encontraron tras los estudios y prospecciones realizadas en 2012 y el legado de una ciudad que “está llamada a ser un motor cultural y económico de la localidad», como ha comentado el vicepresidente de Cultura de la Diputación de Málaga, Manuel López, en la presentación de este programa de actividades, junto al alcalde de Cañete La Real, Andrés Morón, y Antonio Márquez y Rafael Navarrete, responsables de la empresa de marketing Kapikúa.
Este municipio tiene su origen en la ciudad íbera de Sabora ubicada en el Cerro de la Horca, donde hoy se encuentra el cementerio de Cañete la Real, aunque a mediados del siglo I dos ‘duonviros’ -cargos municipales de la época romana- se desplazaron hasta Roma para pedir al emperador César Vespasiano Augusto (Tito Flavio Vespasiano) el traslado de la ciudad a un nuevo emplazamiento menos abrupto y más fértil.
El emperador aceptó el traslado, denominándose la nueva ciudad Flavia Sabora, aludiendo a su nombre el de la familia imperial, la “Dinastía flavia” y su estatus municipal, ubicándose según las investigaciones al sureste de Cañete la Real, a unos 3 kilómetros, en el paraje de El Carrascal.
