A finales de 1999, el Ayuntamiento de Sierra de Yeguas y la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía firmaban un protocolo que daba luz verde a la construcción de espacio industrial en la localidad. El acuerdo tenía como fin “fomentar la puesta en valor de todos los recursos endógenos que incentiven la creación de empleo, corregir desequilibrios y fomentar la diversificación de actividades económicas en el municipio”. Sin embargo, la falta de financiación económica dejó el proyecto varado durante más de una década, situación que ahora cambia con la llegada de Procavi.
Las instalaciones de la cooperativa Aceites de Sierra de Yeguas son las únicas que hoy en día rompen la vacía monotonía en la denominada Finca Las Peñuelas, ubicada entre el principal núcleo de población y la pedanía de Navahermosa. Son unos 100.000 metros cuadrados que el Consistorio serrano adquirió al antiguo IARA (Instituto Andaluz de Reforma Agraria) en dos fases, primero se hizo con unos 75.0000 metros cuadrados y posteriormente con la parcela restante, y que llevan definidos desde el año 2003. Todo con la idea de desarrollar un Polígono Agroindustrial que, con la salvedad de la sociedad oleícola, parecía que se iba a quedar en un sueño municipal.
La situación económica de los últimos años no lo ha hecho posible de ningún modo. No había inversores privados que apostasen por estos terrenos de la comarca de Guadalteba ni había fondos en las arcas locales para urbanizarlos, y así, al menos, incentivar la llegada de más sociedades. Además, a ello había que sumar la inestabilidad política que llegó a vivir el municipio, con dos mociones de censura en todo este tiempo, durante el que han llegado a pasar hasta tres partidos políticos al frente del Gobierno municipal.
El último, encabezado por el socialista José María González, se marcó como uno de sus principales objetivos acabar con esta situación, dando, como a él le gusta afirmar, “un giro de 180” grados al municipio. Acabar en el estancamiento económico e impulsar el Polígono Agroindustrial era clave. Y ahora, “tras unos meses de duro trabajo”, ven como este “proyecto ilusionante” se hace cada vez más real. Conversaciones y reuniones para la negociación han dado sus frutos en un acuerdo de compraventa con Procavi, empresa especializada en la reproducción, cría y comercialización de la carne de pavo, lo que permitirá reactivar la urbanización de esta zona del municipio y alcanzar así parte de esos objetivos marcados.
Fue el pasado 27 de marzo cuando tuvo lugar la formalización del contrato entre el alcalde y el director general de Procavi, Victor José Martínez, para cerrar la adquisición de más de 30.000 metros cuadrados en estos terrenos municipales, de los que casi tres cuartas partes estarán ocupados por las instalaciones de la compañía. “Hoy es el inicio de un gran paso para Sierra de Yeguas, con la instalación de una empresa como Procavi, que viene a la localidad porque ve una proyección importante de futuro no sólo en el municipio, sino también para los intereses de la propia empresa”, aseguraba el regidor serrano tras la rúbrica.
La inversión de la compañía agroalimentaria para hacerse con la parcela ha sido de 110.000 euros; dinero que llegará a las arcas municipales para contribuir al desarrollo del resto del polígono. Este acuerdo, se convierte así en un paso decisivo para contar con los fondos necesarios para el proceso de urbanización “y que podamos llevar a cabo la disposición de terreno industrial para empresas locales y otras que se quieran asentar en la localidad”, como subrayaba González.
Guadalteba como zona de expansión
Procavi se embarca en este nuevo proyecto con la firme intención de trasladar hasta Sierra de Yeguas su filosofía de crear riqueza y bienestar social en aquellas zonas en las que lleva a cabo su actividad empresarial. Y lo hace en un territorio que no le es desconocido, como recuerda el director general de la compañía: “La comarca de Guadalteba es estratégica para el desarrollo de la empresa, porque acoge la fase inicial del proceso en la vida del pavo como son la multiplicación, incubación y recría”.
En la actualidad, esta sociedad agroalimentaria ya cuenta con tres centros de multiplicación de crías de pavo en el municipio de Cañete la Real. Aquí, los animales crecen hasta que alcanzan su fase adulta para la puesta, obteniéndose pavos con una genética más idónea. A estas instalaciones se le sumará en un futuro próximo la fábrica de piensos que quieren construir en la parcela adquirida, donde se trabajará en el desarrollo de una alimentación sana y equilibrada para los pavos. Con ello, Procavi pretende incrementar su capacidad y eficiencia productiva, y así alcanzar el objetivo de reforzar su posición en el mercado.
Esta nueva fábrica sustituirá a la que hay ubicada actualmente en el término municipal de Campillos. Según aseguran desde la compañía, estas instalaciones se les están quedando pequeñas para el proyecto ganadero que quieren desarrollar en esta comarca malagueña, “que es uno de los puntos más importantes para nosotros, en las fases primarias reproductoras, de incubadora y de cría”. Otras instalaciones ya más dedicadas al cebo de las aves las tiene más distribuidas por Andalucía.
“Veíamos la necesidad de seguir enclavados en esta zona, y en esa búsqueda de terreno, contactamos con el Ayuntamiento y desde el minuto uno el alcalde apostó por nosotros. No sólo por la llegada de la empresa, sino que la Administración ha sido muy receptiva por lo cual es de agradecer”, explica Martínez. En este sentido, desde Procavi quieren agradecer la predisposición mostrada por el Consistorio serrano para cerrar este acuerdo y su dedicación en la gestión administrativa de los terrenos donde se implantarán.
Más empleo y futuro próximo
La llegada de Procavi, junto a la reactivación del Polígono Agroindustrial, supondrá la creación de nuevos puestos de trabajo en el municipio, aunque desde la compañía no concretan en qué medida crecerá una plantilla que ya en la fábrica de Campillos alcanza la veintena de personas. Lo que sí aseguran es que van a fomentar el empleo en Sierra de Yeguas, tanto de forma directa como indirecta en los próximos años.
Desde el Ayuntamiento esperan que este compromiso comience a materializarse en un futuro lo más cercano posible. Por lo pronto, la administración local tiene cuatro meses, tal y como está recogido en el pliego de condiciones del contrato, del plan parcial vigente que n ese suelo industrial para la implantación de las futuras instalaciones. “Queda trabajo por hacer conjuntamente”, recuerda González.
El siguiente paso del Ayuntamiento, ya previsto de cara el próximo año, es diseñar el desarrollo urbanístico del resto de parcelas para que puedan ser ocupadas por empresas locales que ya han mostrado su interés para estar en ese suelo, así como otras compañías que quieran implantarse en el municipio.
Líder del mercado
Procavi lidera el mercado de la carne de pavo en España, con una cuota nacional del 55%. La compañía ocupa la cuarta posición en Europa y la décima a nivel mundial. Su capacidad de producción alcanza las 148.000 toneladas anuales, lo que equivale a 13,9 millones de pavos procesados.
El número de personas que trabajan en las instalaciones de Procavi es de 1.768, entre plantilla y empresas externas. La actividad de la compañía genera además 8.500 puestos de trabajo indirectos. En el apartado de inversiones, Procavi lleva invertidos más de 50 millones de euros en los últimos cinco años para incrementar su capacidad y eficiencia productiva y reforzar su posición de liderazgo.
Esta compañía cuenta con presencia exterior en 40 países está certificada, por partida doble, por la mezquita de París y Halal Consulting para la elaboración de productos de consumo Halal para responder a la demanda de una cuarta parte de la población mundial.
La compañía aplica un modelo circular de gestión que controla todas las fases del proceso productivo para garantizar la máxima calidad, la seguridad alimentaria y el respeto medioambiental. Su actividad incluye desde la planta incubadora, fábricas de piensos, centros de multiplicación, granjas, laboratorio de control de calidad, sacrificio y sala de preparación de carnes, hasta una estación depuradora de aguas residuales, una planta de aprovechamiento de subproductos y otra de cogeneración que funciona con gas natural, además de la comercialización y distribución de los productos.
